Hace
3 años se creó “El Movimiento de Espacios Artísticos
y Culturales” (MECA), que es un espacio de encuentro y reflexión
entre los participantes de los distintos centros culturales de la
Ciudad.
El
objetivo de “MECA” es unirse para afrontar las necesidades
cotidianas y futuras de los centros culturales, intentando buscar
soluciones para las problemáticas comunes con el fin de desarrollar
proyectos y políticas autogestionadas, inclusivas e independientes
a partir de la participación.
Para
hacer realidad este sueño y ser una herramienta de cambio,
los integrantes de la agrupación se abocaron a trabajar en
la redacción de un proyecto serio que trascienda en el tiempo
y que no sea un parche más para tapar los inconvenientes
estructurales y los del día a día, que atentan contra
la creatividad y la cultura popular ciudadana.
La
vasta experiencia de sus miembros llevó a que en el proyecto
propuesto se incluyan los perfiles correspondientes a las 4 figuras
de espacios culturales que deben ser infaltables para desarrollar
con éxito las actividades, ellas son: 1) la casa de artistas
2) el centro barrial 3) el centro cultural y 4) el club de cultura.
Como
sabemos cada uno de estos espacios abiertos a la cultura presenta
características comunes pero también particularidades
que la legislación propuesta ha contemplado, aggionándola
a nuestro tiempo y al modo de gestión participativo que es
el eje central de la nueva mirada que intenta plasmar en la realidad
la gente de “MECA“.
El
proyecto ya ha sido elaborado, pero para que la iniciativa sea considerada
por la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, se requieren 40.000
firmas de personas radicadas en la ciudad. Sin duda ese será
el nuevo desafió de estos luchadores anónimos y no
tanto…que trabajan incansablemente para que la cultura tenga
el lugar que le corresponde.
Para
lograr el objetivo precitado, “MECA” no busca ni estimula
el apoyo o el padrinazgo partidario de ninguna agrupación,
sus integrantes desean que el apoyo de la ciudadanía sea
totalmente genuino y que del mismo participen no solo los interesados
en el tema cultural sino que esta movida sea la llave que acerque
a quienes hoy son indiferentes frente a estas actividades y que
lo son posiblemente porque son desconocidas para el grueso de la
población porteña.
21-11-2013.
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Desde que mi equilibrio fue decreciendo, miro más hacia abajo,
que hacia arriba. La realidad que de tanto viajar por las ciudades
del mundo me fui dando cuenta que esta megaciudad, hoy la CABA,
ya no tiene ningún atractivo para mirar su fachada. Un cambio
de la capital federal, un nombre que también deriva en una
villa muy peligrosa. Es tanto lo descuidada y lo despintada, las
veredas arruinadas, las aceras llenas de baches que me siento casi
despojada de mis recuerdos de antaño. Me digo cada vez que
regreso, ¿qué le encuentran de atractiva los turistas?
Ellos
recorren San Telmo, La Boca, Caminito; Av. De Mayo, sus cafés,
Plaza de Mayo, la Catedral y el Cabildo; la calle Florida. Es una
imagen del anti turismo. Tirados los artesanos, las carpas y las
vallas, los muebles de los cafés sucios, un espectáculo
que provoca el dolor de aquellos que la vimos entonces. No hablemos
de la salida de Retiro, los micros pasean por la Villa 31, colorida
y floreciente para sus habitantes.
Puerto
Madero, nuestro nuevo paraíso económico, termina a
la vera del río con los puestos de chori pan, la feria artesanal
y los papeles y el olor a grasa que no coincide con lo fastuoso
de la zona, un recuerdo a las mujeres famosas de nuestra historia,
detalle muy emotivo que sus arquitectos quisieron evocar.
Es
increíble como cada día el desprecio se incrementa,
más, quisiera no salir, no encuentro un lugar para pasear
o visitar, ni tampoco puedo valorar sus barrios o sus centros comerciales.
Muchas veces me pregunto ¿qué le pasó a mi
querida Reina del Plata? Nunca emigré porque estaba tan apegada
a su ritmo, a su gente y a su transporte, que me parece mentira
que me provoque tanta bronca y desprecio caminarla.
La
conozco y me moví siempre sin mapa, antes me consideraba
la guía Peuser, llegaba a cualquier rincón remoto.
Sea el barrio de Caballito, o de Liniers, de Flores o Villa Urquiza,
eran lugares familiares para mí. Desde que nací en
la calle Larrazabal, lugar céntrico de Liniers, puedo casi
invocar cada uno de los nombres de las calles que divide la Av.
Rivadavia. Mi turismo adolescente era recorrer mis lugares preferidos
de mi infancia. Crecí en Caballito, hacía las compras
por las Galerías de Flores, todo era una fiesta.
La
calle Varela, a la altura de la Avenida del Trabajo, hoy Eva Perón
era el inicio de un barrio que le decían de las “casas
baratas”, sus pintorescos frentes, árboles y las angostas
calles eran el placer para andar en bicicleta o jugar a cualquier
cosa con los vecinos del barrio.
La
vida me obligó a volver por esos lugares, me dolió
tanto ver el despojo de lo que es todo aquello, entre tanto tránsito,
el descuido urbano, el desinterés de los habitantes de aquellas
casas, todo está descuidado, creo que no se puede incluso
andar por ahí, por los agujeros que dejaron baldosas desaparecidas,
o levantadas por los viejos árboles. Un desastre, no me parece
importante seguir haciendo estas referencias. Mi denuncia es: ¿qué
hizo que toda esta ciudad perdiera su encanto? A ninguno de los
habitantes le importa que destino estético pueda tener la
capital federal.
Mi
canto de protesta, es un llanto a lo que hemos perdido, nada de
nostalgia, me da vergüenza saber que acá vivo. Hoy sólo
miro las baldosas, me caigo cada tanto, no por falta de equilibrio,
sino porque siempre en alguna cuadra o un cruce, meto la pata en
un pozo, y me veo arrodillada, tirada y sin que nadie se acerque
a ayudarme para levantarme.
Le
pediría a las autoridades de este municipio que controlen
el cómo asfaltan, sugeriría que se obligue a los propietarios
que contribuyan al arreglo de los frentes de sus casas. Quizás
pediría que los colectiveros cuiden su andar y revisen sus
pérdidas de gases tóxicos. Y por supuesto una reordenación
a la circulación de vehículos, ya que estamos colapsados
y deberíamos darnos cuenta que la población crece
cada vez más pero las calles y las avenidas no aumentaron
en los últimos 50 años, al menos.
No
soy nostálgica, pero me siento mal de compartir estas reflexiones,
ya que quisiera estar más orgullosa de vivirla con seguridad.
No me refiero a la falta de policía en este caso, me fastidia
ver tanta mugre, tanta basura desparramada, tanto desorden y falta
de respeto, me siento que vivo en medio de una guerra que no se
termina, dado que todavía los porteños no son tan
valientes como para salir a la calle y protestar. Exigir y demandar
que la debemos poner en pie, y darnos cuenta que en todo el mundo
la gente ama y cultiva el arte del buen vivir, respetar el entorno
y darnos el placer de ver en el diario quehacer un panorama grato
que nos llene de emoción de ser miembros de un espacio urbano
digno y agradable a nuestros ojos.
Dra.
Marta Zaporowski.
Socióloga-Analista e Investigadora social
19-11-2013.
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El
aumento del endeudamiento público en la CABA, no debería
ser una sorpresa para nadie, pues esta situación era de esperarse
porque forma parte del menú de recetas neoliberales encarnada
en su oportunidad por el menemismo y en la actualidad por el ingeniero
Macri.
Forma
parte del conocido menú contrario al interés nacional,
al que le podríamos sumar la solapada deserción del
estado en áreas vitales como la salud, la educación
y la vivienda; el estímulo a las privatizaciones de los servicios
públicos; el relajamiento de los controles estatales; el
otorgamiento de subsidios a actividades empresariales privadas y
el intento de disimular el aumento de la carga impositiva a los
contribuyentes a través del ABL porteño. Estas son
las políticas que hacen posible un show publicitario de supuestos
emprendimientos que harán historia pero que en realidad esconden
la aplicación de recursos para objetivos que hace la felicidad
para unos pocos y que finalmente pagaremos todos como ya ha sucedido
en el pasado cercano.
No
hace falta ser un universitario especializado estadísticas
y en la elaboración de presupuestos para darnos cuenta que
desde la asunción del actual GCBA al poder, la deuda pública
aumentó un 600%, ya que pasó de $ 1.807.000.000.-
a $ 12.000.000.000- según se verifica en el proyecto de la
ley fundamental presentado a la legislatura porteña, incremento
desmedido que ya fue observado por la Auditoría General de
la Ciudad.
Es
por ello, que el macrismo para poder continuar administrando sin
sobresaltos durante el año que se avecina, deberá
refinanciar vencimientos de la deuda por $ 1.471.800.000.-, suma
exigible en el período a la que se le deberá adicionar
un nuevo endeudamiento según lo proyectado de $ 1.600.000.000.-
que analizadas las partidas e buena medida podría haberse
reducido.
Para
poder cuantificar la dimensión del endeudamiento a refinanciar
y contraer señalemos que al 30-09-2013, la deuda pública
total del GCBA era de $ 9.802.800.000.- que sumandos al nuevo endeudamiento
y la refinanciación de capital e intereses propiciada para
el 2014, llegaríamos a a sextuplicación de la deuda
existente al momento de hacerse cargo del gobierno el ingeniero
Macri en el año 2007.
No
menos importante que el aumento de la deuda pública en pesos,
ha sido el significativo incremento de este rubro en dólares,
cuyo saldo al 2007 era de USD. 574.000.000.- y que al mes de 06/2013
ya ha alcanzado un total de USD. 1.635.500.000.- lo que representa
un crecimiento del 185% en casi 6 años de gestión.
Con
referencia a los vencimientos totales del año 2014, los mismos
suman $ 1.963.000.000.- esperándose obtener, como se ha dicho,
la correspondiente autorización por parte del poder legislativo
para refinanciar el importe de $ 1.471.000.000.-
Refiriéndose
a esta situación el ex diputado y actual presidente de la
Auditoria General Eduardo Epszteyn, ha remarcado que “los
intereses de la deuda aumentan progresivamente significando cada
vez más un mayor porcentaje sobre los ingresos corrientes”.
En el período 2014, el servicio de la deuda (intereses y
comisiones) se llevará el 2,35% del total de gastos, por
lejos el porcentaje más alto de la década, pero controlable
todavía si se cambiara el rumbo de las políticas.
Otro
punto observable de la propuesta oficialista es que paralelamente
al creciente endeudamiento se verifica un déficit fiscal
también creciente, que para el período 2014 se estima
de $ 1.078.700.000.-, que se corresponde con el saldo negativo del
2013, que fue fijado en $ 1.266.000.000.- pero que en la práctica
a fin del ejercicio posiblemente el déficit será mayor
al presupuestado.
En
consecuencia, el discurso del mandamás porteño es
pedirle austeridad al gobierno nacional, mientras tanto lo que hace
el macrismo es financiar con endeudamiento el déficit fiscal
operativo que tiene, provocado por la expansión de su gasto
público, pero que a diferencia del kirchnerismo, el PRO retrae
las partidas originalmente presupuestadas para cubrir las necesidades
sociales, las sub-ejecuta y luego las reorienta en función
de las necesidades de su proyecto político.
Hay
que decir, que más allá de la pobre performance del
macrismo al frente del ejecutivo porteño, que buena parte
de sus gastos se han incrementado a partir de la creación
de la Policía Metropolitana; el aumento de los sueldos de
la administración pública y la derivación de
grandes partidas del presupuesto para atender un servicio de recolección
de residuos domiciliarios a todas luces deficiente, que por ejemplo
para el período 2014 aplicará para su gestión
la friolera cantidad de $ 4.000.00.000.- - Pero por otro lado, si
consideramos que se trata de la jurisdicción más pequeña
del país y la que más ingresos genera para el fisco
en relación a la cantidad de habitantes que posee la administración
es pésima.
En
consecuencia, viendo el peso de la mochila financiera que cargas
sobre sus espaldas el GCBA, volveremos a verificar en el año
2014, que se subejecutarán partidas correspondientes a áreas
vitales que tienen como destinatario a los sectores más sumergidos
de la sociedad, se incrementará el ABL y continuará
aumentando el servicio de la deuda pública. Un cócktail
explosivo que ya sabemos como termina (ojalá nos equivoquemos).
Los
datos referidos pueden obtenerse en la web del Ministerio de Hacienda
porteño (ver www.buenosaires.gov.ar/areas/hacienda), pero
como es lógico mientras unos aplauden la política
financiera del GCBA, la inmensa mayoría de los argentinos
con memoria la criticamos.
Luis
Alberto Mello.
17-11-2013.
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