A
partir de marzo 5.886.585 de beneficiarios repartidos entre jubilaciones
y pensiones nacionales y las que corresponden a los ex Veteranos
de Malvinas recibirán un aumento en sus haberes del 15,18%.
La medida incluye también a más de 1,3 millones de
Pensiones No Contributivas (PNC), llegando en total a 7.241.419
beneficios.
Esto
significa que la mínima jubilatoria ascenderá de $1.879,67
a $2.165 y para quienes reciben los $45,00.- de subsidio del PAMI,
será de $ 2.210,00. Mientras que las pensiones no contributivas
pasarán a partir de Marzo de $ 1315,76.- actuales a $ 1.515,50.-
que parece aún insuficiente, más cuando los beneficiarios
presentan patologías severas.
El
anuncio lo realizó en la semana la presidenta de la Nación,
Cristina Fernández de Kirchner junto al director ejecutivo
de ANSES, Diego Bossio.
La
medida implica una inversión social anual extra por parte
de ANSES de $33.288 millones y se da en el marco de la aplicación
del índice de movilidad dispuesto por la Ley 26.417. Cabe
recordar que durante el año pasado las jubilaciones y pensiones
experimentaron un incremento del 31,05%.
Desde
la puesta en marcha de la Ley de Movilidad en febrero 2009, se ha
producido un aumento de la jubilación mínima del 213,8%.
El incremento anual respecto a los valores de marzo de 2012 es del
28,33%. Cabe destacar que desde 2003 a la fecha, la evolución
del haber mínimo fue del 1343%. Asimismo, con este nuevo
aumento, el haber jubilatorio medio pasará de $ 3.291 a $
3.758 mensuales.
Durante
el acto, la Presidenta destacó que “Este aumento es
posible gracias a la ley de movilidad jubilatoria creada por este
gobierno. La Argentina tiene la cobertura previsional más
alta de la región, con un 94,3%. Esto fue gracias a la recuperación
de los fondos previsionales de los trabajadores”.
Por
su parte, Bossio sostuvo: “El esfuerzo del Estado Nacional
para mejorar los haberes jubilatorios es permanente. La Ley de Movilidad
le brinda a los jubilados y pensionados la seguridad de que no se
les volverá a descontar de sus haberes como se hizo en el
pasado, y que tendrán dos aumentos garantizados por año”.
Y agregó: “Este aumento llega a los argentinos mientras
que en otros países se les congeló o directamente
se les recortó una parte de los haberes”.
Cómo
se calcula el índice de movilidad previsional
La
Ley 26.417 establece para el cálculo de la movilidad dos
variables: el índice del aumento general de salarios del
último semestre publicado por el INDEC y el aumento de la
recaudación tributaria per cápita de ANSES.
La
Ley determina asimismo que la movilidad previsional nunca podrá
ser negativa, es decir, si para un período la evolución
de las variables de la economía fueran negativas, los haberes
de los jubilados y pensionados no se disminuirán.
Lo
positivo de este ajuste establecido por Ley es que poco a poco,
los jubilados se van aproximando al tan ansiado 82% que reclama
el sector. Lo negativo, es que los efectos de la inflación
carcomen cualquier esfuerzo que el gobierno realiza para mejorar
la condición social de los más de 7.000.000 de beneficiarios.
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Se
formó hace 245 a 144 millones de años, en los períodos
Triásico, Jurásico y Cretácico inferior, cuando
Sudamérica y África estaban unidas, comenzó
a formarse en ambientes fluviales y lacustres, llamada formación
de Tacuarembó o Piramboiá, son rocas llanas llamadas
pare.
Un
acuífero es una acumulación de agua subterránea
que impregna una capa de terreno impermeable. Se suele situar sobre
una capa de materiales impermeables (arcilla o pizarra). Puede estar
o cubierto con otra capa impermeable, en cuyo caso se llama acuífero
o manto freático confinado.
El
Acuífero Guaraní está ubicado geográficamente
en los cuatro países miembros originales del Mercosur. Es
una reserva de agua subterránea ubicada al sureste de América
del Sur. Después de muchos movimientos y distintos tipos
de suelo, ésta fusión dejó volúmenes
de roca muy distintas, de ahí la diferencia de espesor. Las
rocas más permeables comenzaron a llenarse de agua filtrada,
desde la superficie, esto comenzó hace 20.000 años
y continúa. El terreno está formado por un conjunto
de areniscas por debajo del nivel del terreno entre 50, 800 o 1500
metros de espesor.
LOS
ACUÍFEROS, LA ÚLTIMA ESPERANZA
En
los acuíferos se almacena sólo el 0,6% de la totalidad
del agua del planeta, que equivale al 95% del agua disponible para
el ser humano. En un acuífero el agua puede fluir a una velocidad
máxima de aproximadamente 350 metros por año. Tardan
siglos en formarse. Inclusive en el Acuífero Guaraní,
del que hablaremos más adelante, se encuentran aguas de hasta
20.000 años.
De
acuerdo con distintos especialistas estas reservas de agua dulce
son consideradas recursos naturales no renovables por el lento fluir
de sus aguas y su lenta recarga. El ritmo de renovación del
agua depende de la cobertura vegetal de la superficie, la cual retarda
el flujo del agua, abre galerías en el subsuelo y aumenta
el grado de porosidad del suelo. El desmonte, por lo tanto, es un
arma de doble filo que no sólo afecta a la calidad del aire
y el cambio climático, sino que también afecta a las
reservas de agua dulce subterránea (acuíferos), retardando
aún más su recarga.
Hoy
en día estas grandes reservas de agua dulce están
siendo sobre explotadas y contaminadas. Actualmente, los contaminantes
del agua subterránea que más preocupan son los compuestos
orgánicos industriales, como disolventes, pesticidas, pinturas,
barnices, o los combustibles como la gasolina.
Los
acuíferos son extremadamente frágiles. Una vez agotados
o contaminados, su recuperación puede demorar siglos. La
importancia de preservar y legislar correctamente la explotación
de estos grandes reservorios de agua dulce es fundamental para el
mantenimiento de la vida.
El
Acuífero Guaraní es considerado, a pesar de que se
desconozca todavía su límite oeste sobre el territorio
argentino, la tercera reserva mundial más grande de agua
dulce.” Miguel Auge, geólogo de la Universidad de Buenos
Aires, indica que la extensión aproximada del acuífero
es de 1.175.000 Km3. Este especialista afirma que la reserva de
agua dulce de este “gigante” es tal que su capacidad
alcanzaría para abastecer a los 6.000 millones de personas
que habitan el planeta durante 200 años.
El
Acuífero Guaraní es una reserva transfronteriza que
se extiende en los territorios de Brasil, Argentina, Paraguay y
Uruguay; por las cuencas de los ríos Paraná, Uruguay
y Paraguay. En Brasil su extensión aproximada es de 840.000
km3, en Argentina de 225.500 km3, en Paraguay de 71.700 km3 y en
Uruguay 58.500 km3.
En
relación a la temperatura del agua, ésta es más
caliente cuanto más profundos son los pozos de extracción.
Se puede obtener agua con temperaturas entre los 50°C y 65°
C. En varios centros turísticos se utilizan aguas extraídas
directamente del Acuífero para cargar piletones de aguas
termales aunque en realidad sólo se trate de aguas a altas
temperaturas. En este aspecto es importante tener en cuenta que,
una vez realizado el pozo, el agua no deja de fluir, provocando
el derroche de este recurso vital.
Ofelia
Tujchneider, señala que otra de las características
importantes de la zona del Acuífero Guaraní son los
otros reservorios de agua dulce que se encuentran sobre él.
Éstos acuíferos de menor tamaño son los mayormente
explotados.
En
Brasil el Acuífero Guaraní está en la base
de los ocho estados más desarrollados del país. Hoy
en día éste es mayormente explotado para uso domestico,
industrial, riego, baños terapéuticos y el comercio
del agua mineral. En Argentina y Uruguay se lo explota fundamentalmente
para usos termales y clubes recreativos, aunque en Uruguay también
es fuente de uso doméstico y riego. Por último, en
Paraguay, es principalmente fuente de agua de los asentamientos
rurales del este del país. En total, alrededor de 24 millones
de personas son las que viven sobre el territorio del Sistema Acuífero
Guaraní.
EL
INTERÉS YANKI
Para
muchos, en este marco de sed global, nuestro continente tiene la
bendición de contar con uno de los reservorios de agua subterránea
más importantes del mundo: el Acuífero Guaraní.
Sin embargo, lo que para algunos es un recurso natural fundamental
para la vida, para otros es botín que los países poderosos
pueden llegar a tratar de obtener incluso a través de la
fuerza. Algo tan fundamental como el agua, entonces, pasa a generar
una hipótesis de conflicto. Estados Unidos, una potencia
que hasta el momento dirigió su expansión hacia países
que poseen petróleo —como en el caso de Kuwait e Irak—,
en el futuro y ante la escasez de agua, podría dirigir su
mira hacia naciones donde el agua es abundante. Esta hipótesis
de conflicto es apoyada por especialistas en la Argentina.
Una
de las personas más consultadas, cuando se menciona al Acuífero
Guaraní, es la historiadora y geopolítica Elsa Bruzzone,
quien a lo largo de los últimos años viene advirtiendo
sobre la intención de Estados Unidos de apropiarse —según
su análisis— de este recurso natural. A lo largo de
este capítulo consultamos las fuentes más importantes
a nivel mundial en materia de recursos hídricos. Cada vez
que con ellos hablábamos sobre el Acuífero Guaraní,
Elsa Bruzzone estaba presente. Justamente, dada la importancia de
su trabajo destinado a resguardar nuestros recursos naturales, fue
que decidí reunirme con ella. Durante la entrevista que mantuve
con la señora Bruzzone, ella me ayudó a develar algunos
de los interrogantes que rodean el tema del Acuífero Guaraní
y la presencia de tropas norteamericanas en la zona.
La
primera pregunta fue directa: “,Vienen por el agua?”.
Elsa Bruzzone respondió sin vueltas: “Nosotros dimos
en 2003 la voz de alerta sobre lo que estaba sucediendo en la Triple
Frontera. Nos parecía muy extraño que pudiera haber
células de Al-Qaeda, de Hamas o de Hezbollah. Fuimos hasta
esa zona y hablamos con los pobladores, con las autoridades de Ciudad
del Este, de Foz do Iguazú y de Puerto Iguazú. Ellos
tenían las cosas muy claras. Hasta se burlaban de los comentarios
sobre la presencia de terroristas. Nos decían que no había
ninguna célula de este tipo, sino que en el lugar se hallaba
uno de los puntos más importantes de recarga y descarga del
Acuífero Guaraní”. Inmediatamente, Bruzzone
destacó una inconsistencia entre la política del Departamento
de Estado y la de los organismos encargados en Estados Unidos de
resguardar la seguridad nacional de ese país encabezados
por el Pentágono.
“Desde
el año 2001 hasta el 2006 inclusive, el Departamento de Estado
norteamericano ha dicho que no hay presencia de células terroristas
en la región. A partir de estos informes, recordamos lo que
allá por 1998, 1999 y 2000 habían señalado
ex funcionarios del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional:
ellos aseguraban que en el siglo XXI las guerras iban a ser por
el agua, así como el petróleo había sido el
motivo de las guerras durante el siglo XX.”
Elsa
Bruzzone no detiene su pensamiento y como una calculadora que registra
datos, informes y documentos en su mente, recuerda y comparte conmigo:
“En el año 2004 es cuando nos termina de cerrar todo.
Las Naciones Unidas confirmaban que para el año 2020-2030
el 90% de la población no iba a tener acceso al agua potable,
limpia, pura, sana; como decimos nosotros, agua buena. Entonces
pensamos: se mueren de sed o tendrán que tomar agua contaminada.
Sabemos que el agua contaminada con bacterias afecta, sobre todo,
a dos tipos de poblaciones: los mayores y los niños. Cuando
uno mira estos pronósticos, nos damos cuenta que estamos
a las puertas de una catástrofe de una dimensión que
jamás sufrió la humanidad”.
A este
concepto ya de por sí alarmante, agregó un dato aún
más llamativo: “Un informe del Pentágono de
fines de febrero de 2004, que coincide con el mismo pronóstico
de las Naciones Unidas, propone lisa y llanamente al gobierno de
Estados Unidos el despliegue de las Fuerzas Armadas por todo el
planeta, para tomar el control de estos recursos, especialmente
el agua, dondequiera que se encuentre, porque es vital para la supervivencia
de Estados Unidos como potencia rectora del mundo”.
Bruzzone
sigue relacionando datos e informaciones y hace referencia a un
pedido del gobierno de Estados Unidos a la Organización de
Estados Americanos: “Ahora vemos esta insistencia del Senado
de Estados Unidos para que se solicite a la OEA la formación
de una fuerza militar combinada entre Argentina, Brasil, Paraguay
y los Estados Unidos, dentro del marco del Comité Interamericano
de Lucha contra el Terrorismo”. Esta historiadora y geopolítica
resalta otro dato que es interesante: cómo, a pesar de los
comentarios públicos de parte de los Estados Unidos acerca
de la buena cooperación antiterrorista en la región,
cada tanto se insiste en lo que teóricamente estaría
pasando en la Triple Frontera, es decir, las supuestas actividades
de grupos como el Hezbollah.
“En
su informe anual, el Departamento de Estado dice que está
funcionando muy bien el diálogo antiterrorista 3+1, que es
el acuerdo firmado entre Brasil, Paraguay, Argentina y Estados Unidos
para controlar la zona. Pero ellos son persistentes con esta idea.
Han logrado en Foz do Iguazú el acuerdo para una nueva oficina
de la CIA. Tienen el acuerdo en Paraguay para una oficina del FBI,
además de los ejercicios militares disfrazados de misiones
humanitarias. En realidad, Estados Unidos lo que quiere es la presencia
de una fuerza militar firme”, concluyó esta analista.
Otros
especialistas, como es el caso del embajador Raúl Estrada
Oyuela, representante argentino de Asuntos Ambientales, destacan
que el Acuífero es un recurso importante que hay que cuidar,
sobre todo cuando estamos perdiendo los glaciares por el calentamiento
global. Para este analista, el principal problema del Acuífero
Guaraní es la contaminación. En una charla que mantuvimos
con este diplomático, él destacaba que Brasil —país
bajo cuyo suelo se encuentra un importante tramo del acuífero—
posee “serios problemas de contaminación industrial”.
“Hay preocupación de que esa contaminación se
pueda ir filtrando hacia el Acuífero”, señaló
Estrada Oyuela.
Cuando
lo consultamos sobre aspectos legales a nivel regional y global,
Estrada Oyuela afirmó: “En las Naciones Unidas se está
trabajando en una legislación que contemple el caso de las
acumulaciones subterráneas de agua que no tienen salida a
la superficie”. Por su parte, dejó en claro que la
Constitución argentina sostiene que los recursos naturales
son de dominio originario de las provincias: “El concepto
de dominio es de derecho civil, de derecho real. Por encima o por
detrás, hay otro concepto que es el de soberanía.
La soberanía de estos recursos es de la Nación. En
términos clásicos, ésta no tiene límites
hacia arriba y hacia abajo, sí hacia los costados.
Cuando
le planteamos a Estrada Oyuela la hipótesis de la escasez
de agua y las advertencias de Naciones Unidas, se muestra un poco
escéptico y señala: “En lugar de hablar de escasez
de agua, habría que hablar de un adecuado manejo de la disponibilidad
de agua. Desde el principio del mundo, la cantidad de agua es la
misma. Por más que usted tome agua, finalmente vuelve a ponerla
en el ciclo de vida. Yo creo que más que un problema de escasez,
la cuestión es organizar cómo se la utiliza”.
En el transcurso de la conversación, este especialista deja
de lado las hipótesis que sostienen que en pocas décadas
más el mundo sufrirá una dramática escasez
de agua y nos marca, a nivel climático, otro punto que él
realmente ve como alarmante: “El clima ha cambiado muchas
veces en la historia de la Tierra, pero a un ritmo al cual la gente
se iba adaptando.
Ahora,
como hay una contribución muy fuerte del hombre, ese ritmo
se ha ido acelerando”. Estrada Oyuela reafirma: “El
problema es la velocidad del cambio”.
Hablando sobre el cambio climático, Estrada Oyuela explica
que el avance del calentamiento global puede generar un debilitamiento
del permafrost, capa de hielo permanentemente congelada en los niveles
superficiales del suelo en las regiones árticas:
“En
Rusia hay pueblos ubicados sobre el permafrost. Las tuberías
de conducción de petróleo de Siberia están
sobre esta capa de hielo permanente, que de debilitarse ocasionarán
un impacto tremendo. Más aún, si tenemos en cuenta
que ese hielo es agua dulce, entonces al derretirse, esa agua fría
y dulce se va a mezclar con la corriente del Golfo (de aguas cálidas)
cambiando totalmente las condiciones del clima de Europa Occidental,
llegando inclusive a convertir en desértico el centro de
Europa.
En
geología, permafrost o permagel es la capa de hielo permanentemente
congelada en los niveles superficiales del suelo de las regiones
muy frías o periglaciares como es la tundra. Puede encontrarse
en áreas circumpolares de Canadá, Alaska y norte de
Europa entre otras. El permafrost se puede dividir en pergelisol,
la capa helada más profunda, y mollisol, capa más
superficial que suele descongelarse.
Después
de esta advertencia, que este especialista considera la más
preocupante a nivel ambiental, vuelvo a insistirle sobre los informes
presentados en las Naciones Unidas sobre la cercana escasez de agua
dulce que podría padecer la humanidad. Rápidamente,
y sin vacilar, Estrada Oyuela menciona una palabra: desalinización.
Según este experto, cuando el agua dulce teóricamente
comience a escasear, podrá utilizarse el agua del mar a través
de un proceso que convierta al agua salada en apta para el consumo
humano. El embajador se detiene un segundo y menciona el caso de
la desalinización que se da en Italia, en la cuenca del río
Po.
30-01-2013.
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