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24/03/2010
RIESGO DE INCINERACIÓN EN BUENOS AIRES
La Coalición Ciudadana Antiincineración de la Argentina, ha enviado una nota de alerta y preocupación al Cdor. Diego César Santilli, Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en relación a trascendidos que señalan que se analizaría nuevamente reinstalar la incineración en esa ciudad, retrocediendo de ese modo décadas enteras en el cuidado de la salud y el ambiente.


Al Cdor. Diego César Santilli
Ministro de Ambiente y Espacio Público
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Av. Pte. Roque Sáenz Peña 570 Piso 6º

De nuestra mayor consideración:

Nos dirigimos a Usted con suma preocupación por la información que han publicado los principales diarios del país, sobre la posibilidad de que la ciudad de Buenos Aires vuelva a incinerar sus residuos sólidos urbanos, esta vez a través de la tecnología de arco o antorcha de plasma.

La tecnología de tratamiento por arco o antorcha de plasma es una tecnología de incineración. Tiene algunas variantes a los incineradores convencionales, como la temperatura a la que opera y la forma en que se suministra el calor, pero sigue siendo una tecnología de combustión.

Así lo entienden también tanto la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos como la Unión Europea. Como Usted sabe, la incineración está prohibida por el artículo 7 de la Ley Nº 1854, de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, ley que Usted mismo votó en el año 2005, siendo entonces diputado de la ciudad.

La incineración por plasma tiene niveles de emisión de sustancias tóxicas similares a las plantas convencionales de incineración. Esta tecnología tiene el agravante de no ser una tecnología probada a gran escala y a nivel comercial, no disponer de ningún antecedente para el tratamiento de residuos en el país, requerir un alto consumo energético y ser sumamente costosa.

Cabe recordar que uno de los motivos por los cuales se prohibió la incineración de residuos sólidos urbanos en la ciudad de Buenos Aires es que esta tecnología compite con el reciclaje, el compostaje y la reutilización de recursos, métodos que superan ampliamente a la incineración, entre otras cosas por el ahorro energético que suponen y porque no generan residuos tóxicos. Prudentemente, el texto de la ley “Basura Cero”, aprobado por la Legislatura tras un extenso debate en la Comisión de Ecología, incluye la prohibición a la incineración de residuos sólidos urbanos, ya sea dentro de la ciudad o en otras jurisdicciones, por lo menos hasta que se reduzca en un 75% la cantidad de residuos sólidos urbanos depositados en rellenos sanitarios.

Esto es para permitir que se desarrollen los asociaciones, empresas, circuitos y mercados para los productos obtenidos de reciclaje, compostaje y reutilización de recursos, garantizando que todos los materiales que pueden ser reinsertados en los circuitos productivos o reutilizados en los ciclos naturales de manera segura realmente sean aprovechados, y se consolide una tendencia hacia la minimización y la recuperación de recursos. Como es de su conocimiento, la meta del 75% no se ha alcanzado todavía, y tampoco se han desarrollado los circuitos de recuperación de recursos. Por ende, no comprendemos el motivo por el cual Usted estaría dispuesto a violar la ley que rige su gestión, y que paradójicamente Usted mismo votó.

Por todo esto, lo instamos a dejar de lado ideas facilistas y perjudiciales para el ambiente, incluida la salud humana, y la sustentabilidad, y hacer de la ley de Basura Cero una política de estado. Esperamos que en lugar de retroceder décadas en el manejo de residuos instalando tecnologías contaminantes y derrochadoras, ponga en marcha las medidas que la ley estipula para separar los residuos en origen, reutilizar, reciclar, compostar y minimizar su generación.

Atentamente.
Cecilia Bianco en ejercicio de la secretaría de la Coalición Ciudadana
Taller Ecologista
San Martín 536 – Oficina 4 – Piso 3
T.E. / Fax: 0054-341-4261475
2000-Rosario- Prov. de Santa Fe
www.noalaincineracion.org
E-mail: info@noalaincineracion.org

QUE ES ESO DE LA SALUD PÚBLICA….
"Los problemas de la Medicina como rama del Estado, no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía organizada en beneficio de la mayoría".

Dr. Ramón Carillo.

La Salud Pública y gratuita, en la Argentina, es obra del sanitarista Ramón Carillo, durante 8 años desarrolló y llevo a cabo la idea de la salud pública como un derecho de todas las personas. Cuando asumió su puesto como Secretario de Salud primero y luego Ministro, se encontró con instalaciones sanitarias inadecuadas, falta de camas, de equipamiento médico, de insumos y de personal no capacitado.

Durante 8 intensos años de trabajo de las 66.000 camas existente en los hospitales sumo 114.000. Apoyó su trabajo en tres puntos fundamentales: Todas las personas tienen igual derecho a la vida y a la salud. No puede haber política sanitaria sin política social. No sirven las conquistas técnicas médicas si no pueden llegar al pueblo por los medios adecuados.

Del compromiso social de Carrillo hasta ahora, en la salud pública han sucedido muchas cosas. Las reiteradas crisis económicas, la desocupación, el incremento de la pobreza y la falta de una política seria, han llevado al colapso del sistema, que en algún momento de nuestra historia más reciente fue sinónimo de acceso a la salud de alto nivel.

Actualmente, para conseguir un turno es necesario acampar durante horas en las puertas de los hospitales. Esperar meses por una cirugía o un estudio de mediana complejidad. Profesionales mal pagos, infraestructura colapsada, falta de insumos, falta de personal y trabajo precarizado es la realidad cotidiana.

Precedentes de lucha como los trabajadores y trabajadoras de la salud de la provincia de Tucumán en el año 2009, la actual lucha en Santiago del Estero y ahora en la Ciudad de Buenos Aires, con reivindicaciones que parecen calcadas, muestra que la política de salud es que no haya salud.

Todos los gobiernos que se han sucedido, sin importar su signo político, han contribuido a destruir uno de los aportes más valiosos de Carillo: el acceso a la salud para todas las personas sin importar su clase social.
“¡En defensa de una salud pública, gratuita e igualitaria!”.

RECORDANDO UN NUEVO 2 DE ABRIL
En el transcurso del devenir de nuestra historia como nación ya libre, siempre existieron episodios y/o personajes que dividieron las aguas del pensamiento: Moreno-Rivadavia, Dorrego-Lavalle, Federales-Unitarios, Rosas-Caseros, Mitre-Guido y Spano, Hipólito Yrigoyen-Francisco de Alvear, El eje-La democracia, Braden-Perón, Perón-La revolución libertadora y llevado esto a terrenos más amistosos y populares, en el fútbol tenemos el: Boca-River, Menottistas-Bilardistas, etc. siempre ambas partes casi irreconciliables..

No puede excluirse de esta lista de eventos el golpe militar del 24/03/1976, que también dividió aguas, aunque afortunadamente gracias a la elogiable política en materia de DDHH del kirchnerismo (sin muchos pergaminos previos en la materia), se rescata esa triste fecha y se la declara feriado nacional con actos conmemorativos que contribuyen a que el pueblo no olvide tan nefasto suceso.

Creo que hoy día pro suerte sólo quedan algunos elementos residuales para nada representativos de ese sentir castrense anti-pueblo que añoran los tiempos de este tipo de botas. Podríamos decir que con la irrupción de la junta militar continúa la segunda etapa de la mal llamada revolución libertadora intentando socavar con la instauración del liberalismo económico el modelo de país encarnado por Evita y Perón, en el cual hay pleno empleo y justicia social. Retirado el proceso militar la libertadora sigue viva con la asunción del alfonsinismo y concluye su obra con la llegada al poder de Carlos Menem que destruye el estado nacional dejando todo a expensas de las fuerzas del mercado libre….

Como se podrá apreciar, en este análisis he salteado un evento muy caro para los argentinos: el 2 de abril fecha en que se recupera simbólicamente las islas Malvinas, acto que es tan polémico como los antagonismos antes mencionados. En mi criterio, como las anteriores, todas las consideraciones son válidas y opinables.

Durante la contienda bélica recuerdo que nuestra familia se pasaba las 24 hs. escuchando onda corta para conocer la verdadera situación por la que se estaba atravesando, nunca pude entender ni hoy casi 30 años después como en la Capital Federal, todo seguía igual: boliches abiertos, cines abiertos, confiterías abiertas, teatros abiertos, fútbol los domingos, carreras, clases, todo igual. Mientras que en el sur se combatía, aquí la mayoría de los habitantes estaban en otra, algo así como que los acontecimientos correspondían a otros pueblos.

Nunca sabremos con exactitud los móviles que llevaron a la junta militar a tomar la decisión de desembarcar en Malvinas. Una hipótesis que puede considerarse aceptable pero insuficiente, es que la acción armada se lleva a cabo en función del descontento social reinante en especial en la clase trabajadora que 72 hs. antes se movilizó hacia la casa de gobierno siendo brutalmente reprimida por las fuerzas del orden.

Ya todos sabemos el desenlace final que tienen todas las guerras, que no es otro que muerte y mas muerte. De esta llaga humana quiero tan solo rescatar dos aspectos que estimo pueden evaluarse como positivos: 1) Que nos dimos cuenta en carne propia como opera el imperialismo colonialista asociado con la casa blanca 2) El valor de los soldados que combatieron frente a uno de los ejércitos más poderosos de la tierra, haciéndolo en inferioridad de recursos bélicos (cuantitativa y cualitativamente hablando) y sin la formación militar mas elemental.

El término soldados incluye también a los muy profesionales e intrépidos aviadores que ofrendaron sus vidas en misiones casi suicidas y a algunos oficiales que hicieron honor al mandato sanmartiniano, como fue el caso del TENIENTE 1º TOTO ESTEVEZ.

¿Pero quien fue Toto?. Al igual que el que escribe ambos nacimos en la colorada tierra misionera. Fuimos además a la misma escuela. Vivíamos en la calle San Lorenzo uno frente al otro. Largas horas pasaba yo en su casa junto a su familia constituida por su padre, madre y 5 hermanas mayores.

Por aquellos tiempos, nadie iba a las salitas; ni al jardín; ni al preescolar. Eran nuestros padres los que nos enseñaban a leer, mucho antes de iniciar la escuela primaria y no como ahora que se termina de aprender a leer en el 3er. o 4to. grado. Tampoco teníamos internet ni la inseguridad de hoy día, por eso nuestras amistades eran cara a cara sincera como la de los niños de esos años, no había espacio para otra cuestión que no sea gozar de nuestra etapa infantil. Nuestro desafío era poder jugar, no importa con que cosa o juguete ni tampoco nos desesperábamos por tener y exhibir a los restantes niños que teníamos lo útio de lo último. Por ese entonces, muchos de nuestros juguetes habían sido utilizados por nuestros padres y/o abuelos y eran ellos nuestra herencia mas preciada..

Jugar a la bolita, al hoyo, al cinco, a la mancha, a las escondidas, tener el álbum de figuritas de los equipos de Buenos Aires, cuyas formaciones conocíamos de memoria, jugar picados de fútbol con pelotas Nº3 con tiento (luego las de goma), al trompo, a la pandorga, construir diques de arena y arcilla en las cunetas, ya mas grandecitos con ayuda de nuestros viejos hacer posible que se disponga de un karting (así lo llamábamos) a un carro de madera con engranajes de ruleman como ruedas, jugar a tarzán, leer las revistas de superman y batman y la de los superhéroes de la editorial Novaro de México y prestárnolas para que todos pudiésemos disfrutar de su lectura o bajo las lluvias torrenciales correr sobre los charcos de agua descalzos. No había entre nosotros nada que nos dividiera os sentíamos todos iguales a la hora de compartir los elementos, sin egoísmos, sin envidias, sin preconceptos, sin desconfianza, no solo yo creo que todos los chicos éramos sin duda FELICES EN NUESTRAS VIDAS Y DE IGUAL MANERA EN NUESTROS JUEGOS, no había divorcio alguno entre nuestra vida hogareña y la que compartíamos con nuestros amiguitos.

Por ese entonces ya, el querido Toto se diferenciaba del resto por ser aficionado sobre todo a dos cuestiones: ir a la catedral al grupo parroquial (estábamos a 3 cuadras) y a jugar largas horas a los soldaditos (tenía cientos), su mayor disfrute era armar “teatro de operaciones” llenos de obstáculos para las fuerzas, a su paso siempre aparecían montañitas inaccesibles, selvas impenetrables, ciénagas, fortalezas reforzadas, caminos quebradizos, es decir, todo lo que pudiera impedir el avance de las tropas hasta los objetivos. Recuerdo que sorteábamos la composición de los ejércitos y luego las armas auxiliares, tanques, ametralladoras, morteros, etc. luego cada uno ubicaba sus tropas conforme su parecer para iniciar la supuesta guerra.

Por cierto con la luz que me daba mi cerebro intentaba hacerle frente a las fuerzas de Toto, sin embargo no había táctica ni estrategia que lo venciera, el ganaba los enfrentamientos a razón de 5 x 1, siempre se aparecía con alguna novedad, a veces ante tantas derrotas pensaba yo que lo ayudaba su padre, pero no era así, siempre se destacaba en lo que mas le gustaba. Esas derrotas y esos triunfos a ambos nos ponía bien, lo que mas nos importaba era jugar hidalgamente sin trampas.

No existían a esa edad temas ideológicos que nos separasen como creo que pasó con el correr de los años, en esos momentos de comunión ya irrepetibles lo único que nos interesaba era divertirnos y ser leales entre ambos.

Pero como todo lo bueno nada es eterno, la llegada al mundo de mi hermano Carlos nos hace mudarnos a Buenos Aires. Cómo cambió el mundo para mi de un día para otro. En los primeros tiempos los pibes de la cuadra se reían porque yo salía a la vereda en patas, allá en misiones solo usábamos los sport para pasear todo lo demás lo hacíamos descalzos y las burlas para nada maliciosas de los chicos del nuevo barrio, me transportaban a diario a Posadas, sólo pensaba en Pedrito, Ajó y siempre en Toto. Así pasaron los años los caminos de la vida nos separaron pero los recuerdos aunque decayeron jamás dieron lugar al olvido.

Pero como los salmones, los provincianos siempre tendemos a volver a nuestro terruño natal y es por eso que allá por los años 90, tuve la imperiosa necesidad de reencontrarme con mis afectos de la niñez volví tan solo para reencontrarme con mis ex maestras de la Escuela Domingo Faustino Sarmiento y mis amigos de la infancia. Volví a caminar por las mismas calles que me vieron crecer y por las que transité en los años 60, pero la casa de Toto ya no era de Toto, allí estaba ahora el consulado paraguayo, tampoco los hermanos Abalo ya no vivían en la misma casa. Sólo pude encontrar al ahora contador Marcelo, a quien siempre recordaba porque a él -unos años antes que a mí. la vida le había obsequiado un hermanito diferente que prácticamente vivía oculto, pero al que yo conocí…un hermanito muy parecido a mi hermano Carlos que fue la razón por la cual mi padre resolvió que nos mudáramos a Buenos Aires.

Bueno, ya casi a la tardecita luego de pasar por las dos plazas mas importantes de la ciudad, es que me dirigía para la vieja terminal de ómnibus de Posadas. que antes parecía estar a varios kilómetros de distancia, pero que ahora estaba ahí nomas. Iba soñando despierto pero cansado de tanto caminar, por lo cual, me detuve y procedí a sentarme en el banco de una placita. Grande fue mi sorpresa cuando al girar la cabeza casi atónito leo: “PLAZOLETA TENIENTE 1º TOTO ESTEVEZ”. Me alegré en principio al leer su nombre pero inmediatamente me di cuenta que seguramente ya no estaría con nosotros. En unos segundos pasaron por mi mente miles de preguntas, una de ellas me atrapó: ¿Habrá muerto Toto en Malvinas?,
Sin mas le pregunté a unos parroquianos del lugar que había pasado con la vida de Toto, enterándome en ese momento que él como otros tantos misioneros había muerto en Malvinas combatiendo como un héroe. ¡No esperaba menos de Toto!, recordé nuestra infancia común y se me anudó la garganta (como cuando escribo estas líneas) para luego llorar como cuando éramos niños.

Vuelto a Buenos Aires, busqué y busqué datos de la familia Estévez hasta dar con el teléfono de una de sus cinco hermanas. Con ella me enteré de gran parte de su vida y como aconteció su heroica muerte en Malvinas.

Por su formación militar dogmática, los momentos de la república que se vivían en los 70 y su catolicismo ultramontano, de haber continuado nuestra relación posiblemente hubiéramos discutido en términos políticos, pero en el interior de nuestra alma creo que ambos seguiríamos dispensándonos el cariño fraternal de siempre, eso es lo que a mi 45 años después me importa. Porque volviendo a Malvinas, al momento de la batalla de ponerle el pecho a las balas, seguramente íbamos a hacer ambos la misma cosa y defenderíamos el mismo sentir, pero fue su sangre misionera y argentina la que regó el suelo malvinenses y no la mía, yo estaba preocupado pero lejos del infierno, mientras él perforado como un queso gruyere por el ataque británico ordenaba a sus soldados la retirada, quedándose con todo el arsenal disponible para afrontar su última batalla, la batalla que lo ha inmortalizado mas allá de la muerte.

Yo que lo conocí un poco bastante podría agregar que mientras su cuerpo lo abandonaba su alma estaba orgullosa y feliz. Ël nació para vivir y morir como un soldado y asó lo hizo. No como el General Menéndez Gobernador defacto de las Islas, que ante la superioridad inglesa, no tuvo problema alguno en rendirse ante las tropas imperiales sin disparar un solo tiro. Qué distinto hubiera sido su recuerdo si hubiera entregado su vida con honor en el campo de batalla, pero no fue así, el General seguramente estaba aburguesado, acostumbrado por ese entonces a realizar operativos descomunales para asesinar a supuestos subversivos era mucho mas fácil y lo hacían en nombre de la patria, incluso cuando como forajidos tomaban por asalto los bienes de los caídos en desgracia.

Por eso y mucho mas, recuerdo con cariño a Toto mi amigo, quien previendo quizás su irremediable destino, dejó una carta post mortem para su padre, la que a continuación transcribo:

CARTA DEL TENIENTE 1º TOTO ESTEVEZ
HÉROE DE MALVINAS, A SU PADRE

Querido Papá:

Cuando recibas esta carta yo, ya estaré rindiendo mis acciones a Dios Nuestro Señor. El, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de la misión. Pero fijate vos ¡qué misión! ¿No es cierto?

¿Te acordas cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todo destinado a recuperar las Islas Malvinas y restaurar en ellas nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre Generoso, ha querido que éste, tu hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única deje su vida en ofrenda a Nuestra Patria. Lo único que a todos quiero pedirles es:

1º) Que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo;
2º) Que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la tristeza, y muy importante,
3º) Que recen por mí.

Papá, hay cosas que, en un día cualquiera, no se dicen entre hombres pero que hoy debo decírtelas:

Gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el honor; gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y que es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro, sí Dios lo permite.

Un fuerte abrazo. Dios y Patria o ¡”Muerte!".

Roberto.


En vísperas de un nuevo 2 de abril digo que recordar a Toto, es recordar a todos los compatriotas que dieron su vida por la patria; es recordar a los cientos de mutilados que volvieron al continente escondidos por las fuerzas armadas; es recordar a los valerosos aviadores fallecidos en combate cuya actuación es hoy estudiada en las academias militares del mundo; es recordar a los que después de volver fueron ya diferentes aunque no hayan participado en enfrentamientos con el enemigo; es recordar a los que no pudieron soportar tanto peso encima y se suicidaron y es recordar también a las madres de los soldados que al igual que las madres de plaza de mayo, siguen estando orgullosas de los hijos que parieron.

LUIS ALBERTO MELLO
COORDINADOR BUENOS AIRES –CIUDAD KRYPTON DIGITAL.


 
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