Jornada
Jurídica “Hacé valer tus derechos”
La
jornada Hace Valer tus Derechos es organizada por la Dirección
de Defensa y Protección del Consumidor del Gobierno de la
Ciudad, en el marco de la celebración de la Semana del Consumidor,
instaurado por la Ley 1463.
La
convocatoria está abierta a toda la comunidad y abordará
dos temas centrales: la publicidad engañosa y el rol activo
que cumplen las organizaciones que defienden los derechos del consumidor.
Lugar: CGPC 2 - J. E. Uriburu 1022
Horario: 15.30 a 17.
Informes: 147
Inscripción: 5382-6283/84
Programa
15.30 LA PROTECCIÓN DE LOS CONSUMIDORES Y USUARIOS FRENTE
A PUBLICIDADES ENGAÑOSAS
Dr. Jorge Surín.
Área Control de Publicidad
Dirección General de Defensa y Protección del Consumidor
– GCBA
Profesor de Defensa al Consumidor en la Universidad de Belgrano
y de Derecho Publicitario en la Universidad de Palermo.
16.15
EL ROL DE LAS ASOCIACIONES CIVILES QUE DEFIENDEN LOS DERECHOS DEL
CONSUMIDOR
Dr. Arturo Giannulo
Abogado Dictaminador – Área de Lealtad Comercial
Dirección General de Defensa y Protección del Consumidor
- GCBA
LA
EXPLICACION A MUCHOS DICHOS NUESTROS
La manera porteña de decir que uno va a subir a un colectivo,
es "me tomo un bondi", pero resulta que esta palabra es
una derivación
brasileña de "bond" (boleto, en inglés),
palabra que lucía en los pasajes de los tranvías que
las compañías británicas habían instalado
en San Pablo. Como en portugués a las palabras terminadas
en consonante se les suele agregar una vocal, "bond" se
convirtió en "bondi".
Más tarde, los porteños la adoptaron para designar
al colectivo, que nunca fue inglés y cuyos pasajes jamás
se llamaron "bond".
En
cambio, "no quiere más Lola" es "made in Argentina
". Lola era el nombre de una galleta sin aditivos que a principios
del siglo XX integraba la dieta de hospital. Por eso, cuando alguien
moría, se decía: "Este no quiere más Lola".
Y, desde entonces, se aplica a quien no quiere seguir intentando
lo imposible.
"A
Seguro se lo llevaron preso" viene de Jaén, España,
donde los delincuentes eran recluidos en el Castillo de Segura de
la Sierra.
Originalmente se decía "a (la prisión de) Segura
se lo llevaron preso", que advertía de no robar, para
no terminar en Segura . Hoy en Buenos Aires significa que nadie
está libre de alguna contingencia.
Los
corderos, una vez destetados, siguen mansamente a su madre, en cambio
los cabritos se disparan a los saltos hacia el monte y su pobre
madre se vuelve loca tratando de ubicarlos. De allí lo de
"más loca que una cabra" o "está rechiva".
"Hasta
que las velas no ardan" se originó en los prostíbulos,
en épocas en que no existía la luz eléctrica
y los relojes eran objetos de lujo. La madama le entregaba al cliente
una o varias velas, según lo pagado. Cuando se consumían,
el turno había concluido, esto es, había sexo "hasta
que las velas no ardan".
Del
derecho de pernada que le asistía al señor feudal
en la Edad Media, derivó lo de "poner los cuernos".
Antes de acostarse con la novia, el caballero colgaba en la puerta
una ornamenta de ciervo para advertir que nadie entrara so pena
de ser decapitado. Mientras tanto, el marido llamaba orgulloso a
sus vecinos para mostrar que su señor le había puesto
los cuernos.
"A
cada chancho le toca su San Martín" alude al 11 de noviembre,
día de San Martín de Tours, patrono de Buenos Aires,
que se celebra comiendo lechón. Significa que a todos les
llega en algún momento la compensación por sus buenos
o malos actos.
Contra
lo que pudiese creerse, "viva la Pepa" no es el grito
de alegría de un buscador de oro, sino el que usaban los
liberales españoles en adhesión a la Constitución
de Cádiz, promulgada el 19 de marzo de 1812, en la festividad
de San José Obrero. Como a los José se los apoda Pepe,
en vez de decir "viva la Constitución" -lo que
conllevaba llegar a ser reprimidos- los liberales gritaban "viva
la Pepa".
Hoy, en Argentina, su significado se ha desvirtuado y se parece
a "piedra libre".
Con
la expresión "al tun tún", los paremiólogos
no se ponen de acuerdo: para unos deviene de "ad vultum tuum",
que en latín vulgar significa "al bulto", y para
otros, es una voz creada para sugerir una acción ejecutada
de golpe. De cualquier forma, hoy "al tun tun" indica
algo hecho sin análisis ni discriminación.
"Atar
los bártulos" alude a Bártulo de Sasso-Ferrato,
jurisconsulto de la Edad Media, profesor de Derecho en Pisa, Bolonia
y Padua, cuyas obras -contenidas en trece volúmenes- sirvieron
de base de estudio durante tres siglos. Los estudiantes tomaban
nota de ellas y luego ataban esos apuntes, a los que llamaban bártulos,
para que las hojas no se les perdieran.
Hoy la expresión alude a preparar una mudanza.
Lo
de "atorrantes" viene cuando a principios del siglo pasado
colocaron unos grandes caños de desagüe en la costanera
frente a la Casa de Gobierno en lo que hoy es Puerto Madero. Estos
tenían la leyenda "A. Torrant et Cie." (nombre
del fabricante) bien grande a lo largo de cada segmento de caño
y estuvieron casi más de un año hasta que por fin
los enterraron.
Mientras tanto "se fueron a vivir a los caños"
cuanto vago, linyera y sujetos de avería que rondaban por
la zona y así surgió este dicho cuando la gente se
refería al elemento este que vivía ahí y más
adelante, a toda persona pendenciera, de mal comportamiento, etc.
Finalmente,
lo de "croto" viene del ministro Crotto (Obras Públicas
y/o Transporte) de la década del 20, cuando éste implementó
la extensión de una especie de certificado de pobreza y cuyo
portador podía viajar gratis en los tranvías y trenes
dentro de la ciudad y posiblemente por la provincia de BA también.
Hoy día se denomina con este nombre a toda persona mal vestida
que con su apariencia denota su estado de indigencia.