Una de las gestas más gloriosas del pueblo argentino se produjo el 17 de octubre de 1945, oportunidad en que las masas trabajadoras, organizadas por sus dirigentes sindicales (en especial Cipriano Reyes) irrumpieron en la escena nacional, protestando por la detención en la Isla Martín de su naciente líder el por entonces coronel Juan Domingo Perón.
Este hecho histórico forjó en nuestro país el movimiento político más trascendente de las últimas 7 décadas, cimentado en el apoyo que recibe de la dirigencia sindical que representa a los trabajadores organizados del país.
Este romance entre el justicialismo y sus aliados con los representantes de los trabajadores tuvo etapas de plena comunión y otras bastante borrascosas, en las que el movimiento obrero rumbeaba para un lado y la ya por entonces burocracia por otro.
Estos desencuentros posibilitaron la reciente derrota del remozado peronismo aglutinado en las huestes que conforman el Frente para la Victoria, espacio multipartidario que apoyó al kirchnerismo por más de una década.
La embestida del partido judicial y la prensa aliada, a partir de la victoria del macrismo se inicia una suerte de cacería de brujas y la bruja mayor es la figura de la ex presidente de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y hacia ella apuntó sus cañones el Juez Claudio Bonadio sospechado de corrupción por el Consejo de la Magistratura anterior que ya fuera modificado ilegalmente por el nuevo gobierno.
Y sin lugar a dudas podemos afirmar que estamos en un proceso de pleno revanchismo, donde las corporaciones locales y extranjeras vuelven a dominar la economía nacional, donde los centros financieros y los holdouts han sido beneficiados, al igual que los sectores agroexportadoras en detrimento de la mayoría de los argentinos.
Estas movidas judiciales ya llevaron a varios funcionarios K sospechados de actos de corrupción y a la ex titular del poder ejecutivo, se la ha imputado por supuesta responsabilidad en la venta de dólares a término, operación que realizaba el BCRA en un mercado regulado por el estado y que con la devaluación implementada le ha ocasionado a las arcas nacionales una pérdida estimada de unos 61.000.000.000 de pesos.
Pero como sabemos, no existe delito cuando un gobierno realiza políticas durante su gestión si las mismas se hallan dentro del marco de la legalidad y eso es lo que ha sucedido, con el agravante que esta sangría se produce por la ya citada maxi devaluación preanunciada por el macrismo, que nos está llevando a niveles de inflación extraordinarios.
Frente al dislate judicial que imputó a CFK por supuesto delitos cometidos durante su gestión por la operatoria del BCRA precitada, miles y miles de argentinos se congregaron frente a los tribunales de Comodoro Py casi espontáneamente a través de las redes sociales y con el aval de algunos dirigentes políticos de segundo y tercer nivel.
Esta majestuosa marcha que se realizó en la fecha bajo una permanente y tenaz lluvia estuvo conformada mayoritariamente por jóvenes y porque no decirlo también por trabajadores que se acercaron individualmente para solidarizarse con la ex presidente sobre todo si la dejaban detenida y he aquí la diferencia que se puede advertir respecto al memorable 17 de octubre del 45, en dicha oportunidad las masas que llegaron a la plaza de mayo en un 90% estaban integradas por trabajadores y sus líderes sindicales, mientras que en esta ocasión como ya se ha dicho, fueron muy pocas las organizaciones sindicales que movilizaron a sus bases hasta Retiro.
Muchos de nuestros colegas seguramente no compartirán la analogía que el título de esta nota intenta trasmitir, pero hay que decir sin temor a equivocarnos que hoy día ninguna estructura partidaria puede realizar una movilización semejante a la que observamos en la fecha y que tampoco debe extrañarnos la ausencia de referentes históricos de la política y el sindicalismo, ya que unos y otros hoy son cómplices del neoliberalismo que esta gobernando el país.
Muchos de los justicialistas anti K, demostraron su traición histórica votando a favor del pago a los fondos buitres y otros hasta ayer kirchneristas por las razones que fueran antepusieron sus intereses personales y quizás los de las provincias temerosas de no recibir el oxígeno mínimo necesario para poder afrontar sus realidades locales.
Lo cierto es que quizás en buena hora que no estuvieron presentes ni los políticos traidores ni los gremialistas traidores en la multitudinaria marcha que culminó con un discurso de Cristina Fernández de Kirchner que confirmó seguir siendo la líder indiscutida de una porción de los argentinos que no quiere la instauración de un régimen liberal en lo económico y represor en lo político.
Por eso a la prensa complaciente y a sus voceros les quiero decir: “los muertos que vos matáis gozan de plena salud”.
13-04-2016 Luis Alberto Mello
Coordinador Buenos Aires - Ciudad Krypton Digital. |