Con el voto por amplia mayoría en el Senado, al igual que en la Cámara de Diputados, quedaron abiertas las puertas para que el estado nacional le pague a los “fondos buitre” una deuda espuria a estas organizaciones delictivas del mundo financiero que nunca le prestaron un centavo genuino a la Argentina.
Los Fondos Buitre compraron después de abierto el 2º canje en el año 2010, títulos de la deuda externa Argentina en el mercado negro a razón de USD. 3,50 por cada 0,25 invertido, lo que representa una ganancia extraordinaria del 1400%.
Esto significa que mientras ele 93% de los acreedores confiaron en el estado argentino aceptando la propuesta de pago posible en oportunidad de reestructurarse la deuda externa, que tuvieron importantes quitas, estos paladines de la usura internacional lograron que en los estados judiciales neoyorkinos de la mano del Juez Griesa que fue avalado por la Corte Suprema norteamericana, se le aplicaran en la sentencia, tasas cercanas al 8% anual en concepto de intereses caídos, casi la misma tasa usuraria que los bancos le pedían al gobierno anterior para acceder al crédito internacional.
Esta verdadera estafa consumada con la complicidad de la mayoría de los representantes del pueblo argentino apoltronados en las ambas cámaras legislativas, pasará a la historia como una de las más repudiadas decisiones institucionales de todos los tiempos, ya que de un plumazo la Nación Argentina deberá pagar en efectivo, previa colocación de títulos de la nueva deuda externa contraída que le significará al pueblo argentino la no despreciable suma de USD. 12.500.000, más las costas respectivas de cada convenio particular.
Quedamos así inermes ante las nuevas presentaciones judiciales que realice el 93% de los acreedores que de buena fe participó de la reestructuración de la deuda y que ahora seguramente ven con estupor como se ha privilegiado a estos grupos financieros nonc santos que intentaron embargarnos nuestros aviones, la fragata libertad, representaciones diplomáticas, fondos del BCRA existentes en el extranjero, etc.
Con respecto a la votación en la Cámara de Senadores era de esperarse el voto favorable del oficialismo, pero se contó además con el apoyo del frente renovador, que crítico ácidamente los términos de la nueva ley y el modo de negociar, pero que sin embargo, a la hora de votar contribuyó con los intereses macristas, también lo hicieron y eso es lo más lamentable 23 senadores del PJ, integrantes del FPV, que traicionaron el mandato de sus votantes, siendo partícipes de una estafa al país, que le costará a nuestro pueblo: sangre, sudor y lágrimas.
Para que el pueblo sepa quienes fueron los cómplices de esta propuesta que atenta contra los intereses argentinos, detallamos la nómina de los 26 conversos al liberalismo, a saber:
Miguel Ángel Pichetto (Río Negro), José Alperovich (Tucumán); Walter Barrionuevo (Jujuy); Inés Imelda Blas (Catamarca); Salvador Cabral (Misiones); Julio César Catalán Magni (Tierra del Fuego); María Graciela De La Rosa (Formosa); Norma Durango (La Pampa); Carlos Espínola (Corrientes); Liliana Beatriz Fellner (Jujuy); Pedro Guillermo Ángel Guastavino (Entre Ríos); Juan Manuel Irrazabal (Misiones) Ada Rosa Del Valle Iturrez De Cappellini (Santiago del Estero); Sigrid Elisabeth Kunath (Entre Ríos); María Laura Leguizamón (Buenos Aires, Daniel Aníbal Lovera (La Pampa), José Miguel Ángel Mayans (Formosa), Dalmacio Mera (Catamarca), Beatriz Graciela Mirkin (Tucumán), Gerardo Antenor Montenegro (Santiago del Estero), José Anatolio Ojeda (Tierra del Fuego), Omar Ángel Perotti (Santa Fe), Marina Raquel Riofrío (San Juan), Rodolfo Julio Urtubey (Salta), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y María Fiore Viñuales (Salta).
Díos, la historia y la verdadera justicia, algún día los juzgarán.
07-04-2016 Redacción Ciudad Ktypton Digital. |
En el devenir de nuestra historia como nación ya libre, siempre existieron episodios y/o personajes que dividieron las aguas del pensamiento: Moreno-Rivadavia, Dorrego-Lavalle, Federales-Unitarios, Rosas-Caseros, Mitre-Guido y Spano, Hipólito Yrigoyen-Francisco de Alvear, El eje-La democracia, Braden-Perón, Perón-La revolución libertadora y llevado esto a terrenos más amistosos y populares, en el fútbol tenemos el: Boca-River, Menottistas-Bilardistas, GAF-Bartolomé Mitre, etc. siempre partes casi irreconciliables..
No puede excluirse de esta lista de eventos el golpe militar del 24/03/1976, que también dividió aguas, aunque afortunadamente gracias a la elogiable política en materia de DDHH del kirchnerismo (sin muchos pergaminos previos en la materia), se rescata esa triste fecha y se la declara feriado nacional con actos conmemorativos que contribuyen a que el pueblo no olvide tan nefasto suceso.
Creo que hoy día por suerte sólo quedan algunos elementos residuales para nada representativos de ese sentir castrense anti-pueblo que añoran los tiempos de este tipo de botas. Podríamos decir que con la irrupción de la junta militar continúa la segunda etapa de la mal llamada revolución libertadora intentando socavar con la instauración del liberalismo económico el modelo de país encarnado por Evita y Perón, en el cual hay pleno empleo y justicia social. Retirado el proceso militar la libertadora sigue viva con la asunción del alfonsinismo y concluye su obra con la llegada al poder de Carlos Menem que destruye el estado nacional dejando todo a expensas de las fuerzas del mercado libre….
Como se podrá apreciar, en este análisis he salteado un evento muy caro para los argentinos: el 2 de abril fecha en que se recupera simbólicamente las islas Malvinas, acto que es tan polémico como los antagonismos antes mencionados. En mi criterio, como las anteriores, todas las consideraciones son válidas y opinables.
Durante la contienda bélica recuerdo que nuestra familia se pasaba las 24 hs. escuchando onda corta para conocer la verdadera situación por la que se estaba atravesando, nunca pude entender ni hoy casi 30 años después como en la Capital Federal, todo seguía igual: boliches abiertos, cines abiertos, confiterías abiertas, teatros abiertos, fútbol los domingos, carreras, clases, todo igual. Mientras que en el sur se combatía, aquí la mayoría de los habitantes estaban en otra, algo así como que los acontecimientos correspondían a otros pueblos.
Nunca sabremos con exactitud los móviles que llevaron a la junta militar a tomar la decisión de desembarcar en Malvinas. Una hipótesis que puede considerarse aceptable pero insuficiente, es que la acción armada se lleva a cabo en función del descontento social reinante en especial en la clase trabajadora que 72 hs. antes se movilizó hacia la casa de gobierno siendo brutalmente reprimida por las fuerzas del orden.
Ya todos sabemos el desenlace final que tienen todas las guerras, que no es otro que muerte y mas muerte. De esta llaga humana quiero tan solo rescatar dos aspectos que estimo pueden evaluarse como positivos: 1) Que nos dimos cuenta en carne propia como opera el imperialismo colonialista asociado con la casa blanca 2) El valor de los soldados que combatieron frente a uno de los ejércitos más poderosos de la tierra, haciéndolo en inferioridad de recursos bélicos (cuantitativa y cualitativamente hablando) y sin la formación militar mas elemental.
El término soldados incluye también a los muy profesionales e intrépidos aviadores que ofrendaron sus vidas en misiones casi suicidas y a algunos oficiales que hicieron honor al mandato sanmartiniano, como fue el caso del TENIENTE 1º TOTO ESTEVEZ.
¿Pero quien fue Toto?. Al igual que el que escribe ambos nacimos en la colorada tierra misionera. Fuimos además a la misma escuela. Vivíamos en la calle San Lorenzo uno frente al otro. Largas horas pasaba yo en su casa junto a su familia constituida por su padre, madre y 5 hermanas mayores.
Por aquellos tiempos, nadie iba a las salitas; ni al jardín; ni al preescolar. Eran nuestros padres los que nos enseñaban a leer, mucho antes de iniciar la escuela primaria y no como ahora que se termina de aprender a leer en el 3er. o 4to. grado. Tampoco teníamos internet ni la inseguridad de hoy día, por eso nuestras amistades eran cara a cara sincera como la de los niños de esos años, no había espacio para otra cuestión que no sea gozar de nuestra etapa infantil. Nuestro desafío era poder jugar, no importa con que cosa o juguete ni tampoco nos desesperábamos por tener y exhibir a los restantes niños que teníamos lo útio de lo último. Por ese entonces, muchos de nuestros juguetes habían sido utilizados por nuestros padres y/o abuelos y eran ellos nuestra herencia mas preciada..
Jugar a la bolita, al hoyo, al cinco, a la mancha, a las escondidas, tener el álbum de figuritas de los equipos de Buenos Aires, cuyas formaciones conocíamos de memoria, jugar picados de fútbol con pelotas Nº3 con tiento (luego las de goma), al trompo, a la pandorga, construir diques de arena y arcilla en las cunetas, ya mas grandecitos con ayuda de nuestros viejos hacer posible que se disponga de un karting (así lo llamábamos) a un carro de madera con engranajes de rulemanes como ruedas, jugar a Tarzán, leer las revistas de superman y Batman y la de los superhéroes de la editorial Novaro de México y compartirlas para que todos pudiésemos disfrutar de su lectura o bajo las lluvias torrenciales correr sobre los charcos de agua descalzos. No había entre nosotros nada que nos dividiera os sentíamos todos iguales a la hora de compartir los elementos, sin egoísmos, sin envidias, sin preconceptos, sin desconfianza, no solo yo creo que todos los chicos éramos sin duda FELICES EN NUESTRAS VIDAS Y DE IGUAL MANERA EN NUESTROS JUEGOS, no había divorcio alguno entre nuestra vida hogareña y la que compartíamos con nuestros amiguitos.
Por ese entonces ya, el querido Toto se diferenciaba del resto por ser aficionado sobre todo a dos cuestiones: ir a la catedral al grupo parroquial (estábamos a 3 cuadras) y a jugar largas horas a los soldaditos (tenía cientos), su mayor disfrute era armar “teatro de operaciones” llenos de obstáculos para las fuerzas, a su paso siempre aparecían montañitas inaccesibles, selvas impenetrables, ciénagas, fortalezas reforzadas, caminos quebradizos, es decir, todo lo que pudiera impedir el avance de las tropas hasta los objetivos. Recuerdo que sorteábamos la composición de los ejércitos y luego las armas auxiliares, tanques, ametralladoras, morteros, etc. luego cada uno ubicaba sus tropas conforme su parecer para iniciar la supuesta guerra.
Por cierto con la luz que me daba mi cerebro intentaba hacerle frente a las fuerzas de Toto, sin embargo no había táctica ni estrategia que lo venciera, el ganaba los enfrentamientos a razón de 5 x 1, siempre se aparecía con alguna novedad, a veces ante tantas derrotas pensaba yo que lo ayudaba su padre, pero no era así, siempre se destacaba en lo que mas le gustaba. Esas derrotas y esos triunfos a ambos nos ponía bien, lo que mas nos importaba era jugar hidalgamente sin trampas.
No existían a esa edad temas ideológicos que nos separasen como creo que pasó con el correr de los años, en esos momentos de comunión ya irrepetibles lo único que nos interesaba era divertirnos y ser leales entre ambos.
Pero como todo lo bueno nada es eterno, la llegada al mundo de mi hermano Carlos nos hace mudarnos a Buenos Aires. Cómo cambió el mundo para mi de un día para otro. En los primeros tiempos los pibes de la cuadra se reían porque yo salía a la vereda en patas, allá en misiones solo usábamos los sport para pasear todo lo demás lo hacíamos descalzos y las burlas para nada maliciosas de los chicos del nuevo barrio, me transportaban a diario a Posadas, sólo pensaba en Pedrito, Ajó y siempre en Toto. Así pasaron los años los caminos de la vida nos separaron pero los recuerdos aunque decayeron jamás dieron lugar al olvido.
Pero como los salmones, los provincianos siempre tendemos a volver a nuestro terruño natal y es por eso que allá por los años 90, tuve la imperiosa necesidad de reencontrarme con mis afectos de la niñez volví tan solo para reencontrarme con mis ex maestras de la Escuela Domingo Faustino Sarmiento y mis amigos de la infancia. Volví a caminar por las mismas calles que me vieron crecer y por las que transité en los años 60, pero la casa de Toto ya no era de Toto, allí estaba ahora el consulado paraguayo, tampoco los hermanos Abalo ya no vivían en la misma casa. Sólo pude encontrar al ahora contador Marcelo, a quien siempre recordaba porque a él -unos años antes que a mí. la vida le había obsequiado un hermanito diferente que prácticamente vivía oculto, pero al que yo conocí…un hermanito muy parecido a mi hermano Carlos que fue la razón por la cual mi padre resolvió que nos mudáramos a Buenos Aires.
Bueno, ya casi a la tardecita luego de pasar por las dos plazas mas importantes de la ciudad, es que me dirigía para la vieja terminal de ómnibus de Posadas. que antes parecía estar a varios kilómetros de distancia, pero que ahora estaba ahí nomas. Iba soñando despierto pero cansado de tanto caminar, por lo cual, me detuve y procedí a sentarme en el banco de una placita. Grande fue mi sorpresa cuando al girar la cabeza casi atónito leo: “PLAZOLETA TENIENTE 1º TOTO ESTEVEZ”. Me alegré en principio al leer su nombre pero inmediatamente me di cuenta que seguramente ya no estaría con nosotros. En unos segundos pasaron por mi mente miles de preguntas, una de ellas me atrapó: ¿Habrá muerto Toto en Malvinas?,
Sin mas le pregunté a unos parroquianos del lugar que había pasado con la vida de Toto, enterándome en ese momento que él como otros tantos misioneros había muerto en Malvinas combatiendo como un héroe. ¡No esperaba menos de Toto!, recordé nuestra infancia común y se me anudó la garganta (como cuando escribo estas líneas) para luego llorar como cuando éramos niños.
Vuelto a Buenos Aires, busqué y busqué datos de la familia Estévez hasta dar con el teléfono de una de sus cinco hermanas. Con ella me enteré de gran parte de su vida y como aconteció su heroica muerte en Malvinas.
Por su formación militar dogmática, los momentos de la república que se vivían en los 70 y su catolicismo ultramontano, de haber continuado nuestra relación posiblemente hubiéramos discutido en términos políticos, pero en el interior de nuestra alma creo que ambos seguiríamos dispensándonos el cariño fraternal de siempre, eso es lo que a mi 45 años después me importa. Porque volviendo a Malvinas, al momento de la batalla de ponerle el pecho a las balas, seguramente íbamos a hacer ambos la misma cosa y defenderíamos el mismo sentir, pero fue su sangre misionera y argentina la que regó el suelo malvinenses y no la mía, yo estaba preocupado pero lejos del infierno, mientras él perforado como un queso gruyere por el ataque británico ordenaba a sus soldados la retirada, quedándose con todo el arsenal disponible para afrontar su última batalla, la batalla que lo ha inmortalizado mas allá de la muerte.
Yo que lo conocí un poco bastante podría agregar que mientras su cuerpo lo abandonaba su alma estaba orgullosa y feliz. Él nació para vivir y morir como un soldado y así lo hizo. No como el General Menéndez Gobernador de facto de las Islas, que ante la superioridad inglesa, no tuvo problema alguno en rendirse ante las tropas imperiales sin disparar un solo tiro. Qué distinto hubiera sido su recuerdo si hubiera entregado su vida con honor en el campo de batalla, pero no fue así, el General seguramente estaba aburguesado, acostumbrado por ese entonces a realizar operativos descomunales para asesinar a supuestos subversivos era mucho mas fácil y lo hacían en nombre de la patria, incluso cuando como forajidos tomaban por asalto los bienes de los caídos en desgracia.
Por eso y mucho mas, recuerdo con cariño a Toto mi amigo, quien previendo quizás su irremediable destino, dejó una carta post mortem para su padre, la que a continuación transcribo:
CARTA DEL TENIENTE 1º ROBERTO “TOTO” ESTÉVEZ A SU PADRE:
Querido Papá:
Cuando recibas esta carta yo, ya estaré rindiendo mis acciones a Dios Nuestro Señor. El, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de la misión. Pero fijate vos ¡qué misión! ¿No es cierto?
¿Te acordas cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todo destinado a recuperar las Islas Malvinas y restaurar en ellas nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre Generoso, ha querido que éste, tu hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única deje su vida en ofrenda a Nuestra Patria. Lo único que a todos quiero pedirles es:
1º) Que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo;
2º) Que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la tristeza, y muy importante,
3º) Que recen por mí.
Papá, hay cosas que, en un día cualquiera, no se dicen entre hombres pero que hoy debo decírtelas:
Gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el honor; gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y que es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro, sí Dios lo permite.
Un fuerte abrazo. Dios y Patria o ¡”Muerte!".
Roberto.
En vísperas de un nuevo 2 de abril digo que recordar a Toto, es recordar a todos los compatriotas que dieron su vida por la patria; es recordar a los cientos de mutilados que volvieron al continente escondidos por las fuerzas armadas; es recordar a los valerosos aviadores fallecidos en combate cuya actuación es hoy estudiada en las academias militares del mundo; es recordar a los que después de volver fueron ya diferentes aunque no hayan participado en enfrentamientos con el enemigo; es recordar a los que no pudieron soportar tanto peso encima y se suicidaron y es recordar también a las madres de los soldados que al igual que las madres de plaza de mayo, siguen estando orgullosas de los hijos que parieron.
Luis Alberto Mello – Coordinador Buenos Aires – Ciudad Krypton Digital.
Publicado el 02-04-2015. |