Según
el proyecto original la línea de subterráneos “H”
su cabecera sur debería ser la estación “NUEVA
POMPEYA”, que fuera planificada para ser construida a muy
pocas cuadras de las márgenes de nuestro contaminado Riachuelo.
Afortunadamente
la UTE Techint – Dycasa alertó acerca de la imposibilidad
de avanzar en el proyecto debido a la mala calidad de los suelos
de la zona, constituido por rellenos en una geografía donde
las napas se encuentran muy cerca de la superficie, hecho este agudizado
por la existencia de un río subterráneo que traslada
alrededor de 15.000 litros de agua por segundo y esta información
no es nueva para los vecinos del barrio que históricamente
tienen problemas al momento de tener que hacer los cimientos de
sus futuras viviendas, por ser un espacio considerado por siempre
como un bañado.
Muchos
avances tecnológicos ha tenido el sector de la construcción
pero en muy pocos lugares del mundo se pueden realizar este tipo
de emprendimientos en suelos que poco contribuyen y cuando existen
los recursos, sus costos son tremendamente elevados.
De
tal manera que con la suspensión de las obras que nunca empezaron
se evitaron severas molestias a los vecinos de la zona, a los comerciantes.
al transporte automotor que vería restringido su paso por
una arteria que une la Provincia de Buenos Aires con la CABA y a
las arcas de la ciudad pues se debían haber expropiado una
buena cantidad de inmuebles, muchos de los cuales quedaban literalmente
“mutilados”.
La
idea original de los que proyectaron las obras era hacer circular
la línea de subterráneos a 30 metros de profundidad,
lo que representaría una verdadera obra faraónica
y sin mucha justificación económico-social, pues en
poco y nada le cambiaría la vida los habitantes de la populosa
barriada.
En
nuestro criterio, el solo hecho de advertir que sobre la Av. Sáenz
entre el 800 y el 1200, solamente existe un edificio de más
de 3 pisos y que si ampliamos el radio de chequeo a 20 manzanas,
verificamos que tan solo se encuentran erigidos otros 5, el sentido
común nos señala que algo impide construcciones mayores
y seguramente esto es bien conocido por las empresas dedicadas a
los bienes raíces, quienes más allá de las
posibilidades que le brinda el código de edificación,
no lo han hecho por las mismas dificultades que ha encontrado SBA
para prolongar el servicio hasta casi la ribera del Riachuelo.
Tampoco
es casualidad que la institución más antigua del barrio
de Nueva Pompeya se llame Asociación Mutualista del bañado,
cuya fundación se remonta al año 1894 y cuyo nombre
justamente hace referencia a las particularidades topográficas
de la zona que también era conocida como “Los bañados
del Sur”, denominación que luego fuera cambiada en
tiempos de construirse el santuario de la Virgen del Rosario inaugurado
el 29 de junio del año 1900.
A hoy
día nos queda aún el interrogante acerca de lo que
acontecerá con la proyectada “Estación Sáenz”,
que posiblemente corra igual suerte que la de su hermana lindera
a la que nos hemos estado refiriendo en esta entrega.
Sin
embargo, como mudo testigo de lo que seguramente nunca se materializará
es la existencia de un obrador que sólo cuenta con custodia
privada ajena a SBA. Este sitio a la fecha se encuentra completamente
vacío y fue utilizado solamente para la realización
de 2 cateos en la zona en los tramos A0 y A1.
No
obstante lo señalado previamente en algunos círculos
de la empresa de subterráneos del GCBA, todavía se
halla en evaluación la realización de una cochera-taller,
pero sobre la superficie y en terrenos del ferrocarril Belgrano
Sur, en la actualidad pertenecientes al Estado Nacional, que se
hallan cercanos a la Estación “Hospitales”.
Recordemos
que Mauricio Macri, quien prometió 10 Km de subte por año
durante las campañas electorales previas a la elección
que lo consagrara Jefe de Gobierno en el 2007, reiteró al
inicio de su segundo mandato que su deseo era “construir 40
kilómetros de túnel para los trenes subterráneos”,
pero que en realidad a dicho momento solo había incorporado
0,4 Km nuevos, no mencionó ni por asomo como cercana la inauguración
de las 4 estaciones que estaban casi terminadas (Flores, San Pedrito,
Echeverría y Villa Urquiza), pero que sí hizo referencia
en su discurso a la pronta construcción del tramo Norte de
la línea H (Córdoba, Santa Fe, Las Heras y Facultad
de Derecho), que también debió ser suspendida al menos
en la estación Las Heras por no haberse respetado los espacios
verdes de la Plaza Paraguay.
La
construcción de la línea H, parece estar signada por
la desgracia, pues los vecinos para poder utilizar la estación
Parque Patricios, debieron esperar mas de 5 años, por las
irregularidades, inconvenientes e incompetencias que motivaron reiterados
ajustes a favor de los contratistas (4 veces superior al costo original)
y el consecuente atraso ya mencionado.
Una
de las negligencias más recordadas fue la pinchadura del
acuífero “Puelchense” que obligó al cambio
de proyecto y la renegociación del contrato que generó
“costos” adicionales de obra por la exorbitante cifra
de 40 millones de pesos que salieron de las arcas de SBASE es decir,
de todos los contribuyentes de la CABA y y no del Contratista como
hubiera correspondido por ser la empresa la causante que generó
el problema por su incompetencia operativa,
Es
interesante recordar el recorte presupuestario efectuado en el año
2009 y la paralización de las obras que llevaron a tener
que renegociar el contrato y tener que realizar el despido forzoso
y masivo de cientos de trabajadores del gremio de la construcción.
Queda
pendiente aún terminar la estación “Hospitales”
cercana a los Hospitales Penna y Churruca, que seguramente quedará
en el freezer pues contradiciendo lo establecido por la Ley Nº317/99,
el macrismo ha priorizado las obras correspondientes al tramo de
la zona norte en desmedro del tramo del sur.
Dicen
los estudiosos de los trenes que a nivel mundial la construcción
de una estación de subterráneos con su formación
incluida (llave en mano) ronda los 80/90 millones de dólares,
pero en nuestro país los presupuestos que siempre son luego
aumentados determinan un costo mínimo de base de 120.000.000.-
de dólares estadounidenses.
No
queremos pensar que algunos funcionarios se quedan con algunos vueltos…
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