El
17 de enero a las 23,35 hs. el periodista Damián Pachter
que trabajaba en la sección digital del diario Buenos Aires
Herald escribió en la red social Twitter lo siguiente: “Me
acaban de informar sobre un incidente en la casa del Fiscal Alberto
Nisman”. Luego a las 00.08 hs. ya del domingo 18, informó;
“Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de
su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba.
Los médicos están allí” y era cierto…
Nosotros
nos preguntamos entonces: ¿como fue posible que un ignoto
colaborador de un periódico digital pudo obtener la primicia
antes que las propias fuentes judiciales, la custodia y otros medios
que están muy interesados en el caso de la A.M.I.A.?.
Con
el correr de las horas nos enteramos que este periodista de 31 años,
nacido en nuestro país, posee doble nacionalidad, la nacional
y la israelí y se conocieron en los portales de Internet
fotografías que lo muestran cumpliendo el servicio militar
en el estado israelí que se prolongó durante 3 años.
Lo
que sigue son las conjeturas de la prensa ante la salida del país
de Pachter y sus posteriores declaraciones que conocieron una vez
ya instalado en su otra patria. Compartamos entonces, cuales han
sido sus declaraciones en el diario “Haaretz”:
- "La
sensación de peligro era sólo en Argentina".
- “Cuesta
creer lo que está haciendo el Gobierno nacional, publicando
lo que publican, contradiciéndose como lo hacen".
- “Un
amigo me recomendó ir a Retiro y salir de Buenos Aires, tuve
suerte porque cuando llegué, un colectivo partía en
dos minutos. ¿Adónde iba el colectivo?, nunca revelaré”.
- “Después
de varias horas en la ruta, llegué a la estación de
colectivos, donde estuve un par de horas. Eso se convirtió
en un gran error: creo que ahí fue donde alguien comenzó
a observarme. Yo no me di cuenta en ese momento” (allí
se contactó con un amigo).
- “Estuve
sentado dos horas más o menos, cuando una persona muy extraña
entró. Tenía pantalón y campera de jean y anteojos
Ray-Ban. Me percaté de su presencia enseguida. Estaba sentado
a dos mesas de distancia de la mía. De repente sentí
un dedo en mi cuello y salté como nunca lo hice en toda mi
vida, era mi amigo haciéndome una broma).
- “Te
están siguiendo, no te diste cuenta que tenés un espía
de inteligencia sentado atrás” le dijo su amigo.
- “¿El
de jeans y Ray-bans?”.
- “Sí.
Quédate quieto y mirá mi cámara que le saco
una foto al agente”.
- “Tuve
que considerar qué era lo mejor para hacer, porque cuando
un agente de inteligencia te sigue en Argentina nunca es una buena
noticia. No quería tomar un café conmigo, eso seguro”.
- “La
parte más aterradora del día fue volver a Retiro,
estaba seguro que si algo me pasaba iba a suceder ahí, un
lugar peligroso de noche. Tuve la sensación de que alguien
estaba atrás mío y que me iba a disparar. Inclusive
sospeché de mi taxista. Me imaginé que se iba a desviar
y me iba a llevar a otro lado”.
- Le
avisé a mi madre y a dos periodistas que me iba hacia Aeroparque
para salir del país, kles mandé un mensaje de texto
para no usar el teléfono (¿), porque estaba, saqué
los pasajes a Montevideo con destino final a Tel Aviv”.
- “Estaba
volando de vuelta a casa, a Tel Aviv, como siempre quise. No tengo
ni idea de cuándo voy a estar de vuelta en la Argentina;
ni siquiera sé si quiero, fui víctima de un escrache
oficial, cuando la agencia Télam publicó los datos
privados sobre mi vuelo”.
- “La
Argentina se ha convertido en un lugar oscuro conducido por un sistema
político corrupto. Todavía no he entendido qué
me pasó en las últimas 48 horas. Nunca imaginé
que mi regreso a Israel iba a ser así”.
Hasta aquí el relato fabulesco y sesgado de Damián
Pachter.
Veamos
ahora que nos cuenta Sebastián Lacunza, Director de la edición
impresa del Buenos Aires Herald.- sobre la intempestiva salida del
país de Pachter:
“Pasada
la medianoche del domingo 18 de enero, un colega me consultó
si era "en serio lo del periodista del Herald". Así
fue como llegué al ya célebre tweet de Damián
Pachter: "Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño
de su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba".
De inmediato, me puse en contacto con Pachter, redactor del sitio
web BuenosAiresHerald.com, mientras su jefe directo, Pablo Jiménez,
había hecho lo propio.
Le
pedimos a Pachter que redactara la noticia mientras ambos, junto
a un editor de Ámbito.com y otro del Herald impreso, nos
abocábamos a confirmar el hecho con otras fuentes. Ratificada
la información tal cual la había tuiteado el periodista,
cerca de las 2:30 subimos la nota al portal del Herald. Por supuesto,
con la firma de Damián Pachter.
Nadie
durmió esa noche. Al día siguiente, felicité
a Damián por haber confiado en la fuente adecuada que le
había permitido difundir la noticia que, quizás, sería
la más impactante de su carrera profesional. También
le dije que este tipo de noticias deben ser compartidas con el medio
en el que trabaja, tanto por el interés del mismo como por
su propio prestigio profesional, que se habría visto aún
más incrementado si la información hubiera surgido
de una nota periodística con su firma. El redactor de la
puntocom, que tenía franco el domingo, me dio sus explicaciones
pero entendió mi punto de vista. Enfaticé que en un
día histórico como ese lunes, su lugar estaba en la
redacción. Más tarde, cansado como estaba, me agradeció
la insistencia.
Solicité
a Damián que escribiera una nota sobre la experiencia vivida
durante aquellas horas. Su nombre ya giraba por webs y diarios del
mundo. El artículo salió al día siguiente en
el Herald con mención en tapa bajo el título "Cuando
una fuente confiable brinda una primicia inesperada".
Desde
la madrugada del lunes iniciamos una semana con un contacto mucho
más fluido que hasta entonces. El BuenosAiresHerald.com se
encuentra bajo la órbita de la Dirección de Contenidos
Digitales del Grupo Ámbito, mientras que yo dirijo el diario
impreso Buenos Aires Herald. Trabajamos con cierto grado de coordinación
pero son jefaturas separadas, por lo que mis encuentros con Damián
habían sido ocasionales.
El
redactor que informó primero sobre la muerte de Nisman demostró
la tensión previsible para un joven que se encuentra ante
un aluvión de interés inabarcable. A esta situación
especial y con el foco puesto en el caso Nisman, una mención
a una tapa del Buenos Aires Herald por parte de la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner sumó atención hacia nuestra
redacción, que es pequeña.
El
jueves 22 de enero vi a Damián un poco más calmo.
A las 19.30 debí retirarme unas horas y mantuvimos un breve
diálogo sobre la puntocom. Un rato después, de acuerdo
a lo que luego sería conocido, Damián dejaría
la redacción al acceder a información, a la que le
otorgó credibilidad, de que su vida corría peligro.
Antes había mantenido un diálogo con uno de los secretarios
de redacción del Herald, Daniel Politi, en el que manifestó
su enfado por una cita errónea en un cable de la agencia
Télam ("no respiraba" fue cambiado por "sin
vida").
Al
día siguiente, al notar su ausencia, bajé a preguntar
qué ocurría. Cerca de las 18, el director de las webs
del Grupo Ámbito logró comunicarse con Pachter, quien
manifestó no sentirse bien por lo que estaba concurriendo
al médico. Finalmente, a las 14 del sábado, nos encontramos
con la noticia en el sitio Infobae de que el periodista del BuenosAiresHerald.com
había dejado el país con temor por su vida. En ese
momento comenzó la secuencia que todos conocemos.
Ciertas
voces, incluso algunas respetables, consideraron que el diario había
"dejado solo" a Damián Pachter. Quiero ser enfático
en esto: Damián no expresó a sus editores y colegas
de redacción ningún indicio de que tuviera temor o
de que se sintiera perseguido. Ni siquiera a los compañeros
más cercanos a su puesto de trabajo. De mi parte, no cuestiono
en nada su decisión de mantener reserva y de acudir a otro
medio. Una persona con temor tiene derecho a elegir el camino que
considere adecuado para hallar seguridad; tan sólo comparto
la información necesaria para comprender la situación.
El
Herald es un diario comprometido con la lucha de los derechos humanos.
Tenemos contacto con organismos de todas las tendencias, desde las
más oficialistas hasta las más críticas. Sus
voces aparecen en el diario casi todas las semanas, de manera que
si hubiéramos tenido conocimiento de que el redactor de la
puntocom estaba siendo amedrentado por servicios de inteligencia,
habríamos alertado a toda la red y encabezado el reclamo
de protección.
Una
vez que me enteré de su partida del país, me comuniqué
con el colega de Infobae Adrián Bono, quien lo había
acompañado a Aeroparque. De su relato me quedó la
tranquilidad de que el redactor de la web del Herald, si estaba
amenazado tal como lo había percibido, ya no corría
peligro alguno. Me alegra sinceramente que ahora se sienta en paz
y seguro en Israel.
Como
un efecto colateral, algunas opiniones señalaron en estos
días al Buenos Aires Herald como un diario "K".
Estoy convencido de que ello sólo puede ser dicho desde la
desinformación. Al respecto, no se me ocurre mejor respuesta
que sugerir a cualquier interesado genuinamente en el tema que compre
el diario una semana seguida, que acuda a una hemeroteca o apele
a Google para rastrear tapas, notas y editoriales. Hallará
elementos críticos hacia el Gobierno nacional y todos los
factores de poder con suma facilidad. Me animo a decir que la pluralidad
de columnistas que exhibe el Herald es un exotismo en el periodismo
argentino.
En
cualquier caso, lo central es que Damián no fue dejado sólo
por sus compañeros ni sus editores, ni por la redacción
del diario que dirijo. En el Herald somos un grupo reducido, diverso
y digno”.
Con referencia a la crónica detallada por Pachter, parecería
que huelgan los comentarios, sin embargo, quedan en ciernes varios
interrogantes, a saber:
1)
¿Cuál ha sido su fuente de información en el
caso Nisman?.
2)
¿Porqué teme si lo único que hizo fue dar una
noticia que tarde o temprano la opinión publica conocería?.
3)
¿Será casual que el periodista tenga tanta simpatía
por el estado de Israel o tendrá información que nace
de la Mosad?.
4)
¿A que se debe su antikirchnerismo acérrimo?.
5)
¿Porqué ha inventado toda esta fábula de la
persecución parte de supuestos agentes de inteligencia?.
6)
Y finalmente para los que son engañados por la campaña
mediática que se desarrolla casi las 24 hs. para esmerilar
al gobierno nacional ¿Porqué miente respecto a los
miedos que dijo haber sentido, hecho que desmienten sus compañeros
de trabajo?.
Pareciera
que solo es un eslabón más de la cadena de instrumentos
que operan para que el kirchnerismo no renueve el mandato popular
que le ha conferido la ciudadanía desde hace casi 12 años,
porque sus políticas afectan los intereses de unos pocos.
30-01-2015 – Redacción Ciudad Krypton Digital.
|