Hace
Pocos días la presidente de la Nación Cristina Fernández
de Kirchner, repartió munición gruesa para todos y
todas, siendo uno de los puntos centrales de su exposición
el referido al terrorismo financiero que están ejerciendo
los fondos especulativos (buitre) sobre las economías de
los pueblos y en especial los que son deudores como nuestro país.
No
es necesario decir, que los argentinos ya hemos sentido en carne
propia los efectos negativos que causa negociar bajo los términos
leoninos que por ejemplo nos impusieron en oportunidad de firmarse
el recordado “Megacanje” de la mano de Domingo Cavallo,
Daniel Marx y Federico Sturzenegger que llevaron a la casi desintegración
social a fines del año 2001.
Este
accionar de los fondos buitre logra sus objetivos generalmente porque
por un lado asustan a los mercados, producen temores sobre la marcha
futura de las economías que se resisten, generan expectativas
caóticas, impulsan devaluaciones, promueven la baja de costes
laborales, encuentran las potenciales soluciones en la libertad
absoluta de los mercados, pero nada esto sería posible si
dentro de las naciones a ser expoliadas no existieran las conexiones
internas de este ya no tan nuevo terrorismo financiero que se desata
sin medir las consecuencias.
Lo
que sigue para los que intentan resistir es la calumnia de los medios
organizada, a través de premisas periodísticas tales
como que los insubordinados seguirán los pasos del chavismo
bolivariano y culminarán su derrotero acallando las voces
de los pueblos como sucede en Cuba con el régimen comunista
instaurado hace ya más de años, que ahora la libre
empresa y viola los derechos humanos, etc. etc.
Por
todo ello, hay que rescatar el valiente discurso de la presidente
argentina, cuya postura viene cosechando adhesiones inesperadas
e insospechadas desde casi todas las latitudes de la tierra, con
su mensaje puso blanco sobre negro respecto del accionar ilegal
e inmoral con que se manejan estos grupos llamados de alto riesgo,
alto riesgo para los que se entregan sería la mejor expresión,
pues compran títulos de deuda soberana a valores viles y
luego pretenden cobrar sumas siderales, poniendo en jaque el esfuerzo
de los gobiernos que intentan mejorar la calidad de vida de sus
pueblos.
Otro
dato importante para compartir ha sido que la presidente fue una
verdadera vocera del estado del Vaticano, ya que el Jefe de la Iglesia
Católica el ex cardenal Primado de Buenos Aires Jorge Bergoglio
hoy devenido en el Papa Francisco, desde siempre pero mucho más
desde su asunción como Jefe de la grey romana, sistemáticamente
ha atacado el centro del corazón financiero del mundo capitalista,
encontrando ahora una compañera de ruta, paradójicamente
antes lamentablemente enfrentados por cuestiones de la política
doméstica nacional, cuando desde lo ético, lo religioso,
lo social y el modelo social de desarrollo, lo que en la praxis
siempre ha hecho el peronismo histórico hoy representado
por las huestes kirchneristas es aplicar la doctrina social cristiana
de la iglesia católica, aggiornada con maquillajes populistas
(que compartimos).
Es
interesante ver como este acercamiento de Francisco con CFK está
creando fisuras en el discurso de los opositores argentinos, pues
aunque sea fugazmente peronistas ortodoxos y liberales católicos
fueron los primeros en levantar la figura de Bergoglio, ya que en
algún momento fue la figura del “diablo” para
la mesa chica del kirchnerismo que le erró fiero equivocando
el enemigo.
Por
este feliz acercamiento de la iglesia con los postulados del gobierno,
la oposición ha quedado en evidencia que privilegia sus ansias
de poder antes que los intereses nacionales, hecho que por el contrario
tanto Francisco como CFK lon ha comprendido con meridiana claridad,
en esta lucha contra la usura internacional.
La
divisoria de aguas se va produciendo paulatinamente y cada día
que pasa es más evidente que si antes del fallo del Juez
Griesa, los sectores liberales y pseudo progresistas del país
ya hablaban de un necesario enfriamiento de la economía y
una disfrazada reducción salarial para los trabajadores,
ahora tras la supuesta transición, vuelven las peregrinas
y ortodoxas recetas de ajuste para el futuro cercano, las mismas
que nos condenaron a la desocupación más grande los
últimos 100 años y a la desnacionalización
de la economía.
Como
de costumbre los salvadores del maremágnum kirchnerista irán
a negociar con los fondos buitre en términos preferenciales
al resto de los acreedores, congelarán los salarios y las
jubilaciones, quitarán los subsidios que estimulan la producción
nacional, reducirán los aranceles de exportación para
los hombres del campo, desaparecerán los programas sociales
para los más desposeídos y le echarán la culpa
al gobierno anterior por la aplicación de políticas
decididamente recesivas, con el consiguiente aumento de la parte
de la torta para los sectores más altos.
Por
otro lado otra de las cuestiones que salió a la luz es que
se confirmó que las investigaciones primarias realizadas
por la AFIP respecto a unas potenciales 3000 cuentas radicadas en
bancos suizos, son en verdad 3700, de las cuales solo unas 200 se
encuentran declaradas, estimándose que la sumatoria de todas
estas acreencias alcanzan a miles de millones de dólares
evadidos de nuestro país y que de algún modo también
han ido socavando nuestra economía, operatoria solo posible
con la complicidad de la banca que opera en nuestro país.
Lo
que es evidente a esta altura de las circunstancias, es que los
medios dominantes de nuestro país, frente a esta seguidilla
de éxitos que esta logrando esta administración en
la defensa del interés y el futuro de todos los argentinos,
aparte de minimizarlas, desvirtuarlas o desconocerlas, debe recurrir
una vez más a temas tales como la inseguridad y otras cuestiones
de poca entidad que solo se promueven para esmerilar cada vez más
la imagen presidencial y desacreditar la gestión kirchnerista,
promoviendo al propio tiempo, la unidad de los opositores, cuyos
referentes máximos no se cansan de desfilar por las pantallas
y las radios de los grupos concentrados de medios que ciertamente
les marcan las agendas a la trilogía Binner-Massa-Macri.
Por
todo lo expuesto y porque CFK que reúne la mayor cantidad
de preferencias populares constitucionalmente esta impedida de presentarse
como candidata para un nuevo período presidencial, es que
a 360 días de las futuras elecciones, todavía el pescado
esta sin vender y el que nos quieren vender huele a podrido.
LUIS
ALBERTO MELLO - 27-09-2014.
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