Nos guste o no, la mayor cantidad de árboles en los últimos
100 años los plantó quien fuera intendente de facto
de la Ciudad de Buenos Aires, el brigadier Osvaldo Cacciatore, hacedor
también de las primeras autopistas urbanas.
Si
hoy quisiéramos hacer un paralelismo entre la gestión
Cacciatore y la actual administración PRO, digamos que en
relación al arbolado y el respeto por el medio ambiente,
el macrismo hablando en términos hípicos quedaría
rezagado a “varios cuerpos de distancia”.
Sin
embargo, publicidades como la presente, siempre con el característico
color partidario del partido gobernante en la ciudad, al observar
sus datos, inmediatamente vienen a nuestra memoria, la tarea de
las consultoras contratadas por el estado nacional para mejorar
su eficiencia.
¿Y
porqué hacemos esta referencia?.
La
hacemos porque esas verdaderas fábricas de humo, generalmente
nunca transformaron nada para el bien común, muy por el contrario,
sus legiones de colaboradores solo se interesaban en diseñar
la presentación de los informes finales, que más allá
de las distorsiones intencionadas a favor de determinados intereses,
solo se limitaban a exponer lo que los trabajadores conocían
de pe a pa.
Posiblemente
al utilizar soportes tecnológicos de avanzada para la época
los informes entraban por los ojos y no por el cerebro de los hombres
con poder de decisión, complacientes con las políticas
privatistas y desguasadoras del estado recomendadas.
Pero
vayamos al banner publicitario, que nos ocupa y observemos que en
el fondo el mismo nada dice:
- No
hace referencia a la densidad de verde y/o arboleda aceptada como
conveniente por los organismos internacionales y/u organizaciones
especializadas en temas ambientales.
- No
establece la cantidad de árboles plantados y/o recupero de
espacios verdes realizados durante la gestión macrista.
- No
informa cual es la relación entre los árboles plantados
versus los árboles talados (sin ir más lejos el Parque
Rivadavía es un caso emblemático de cómo los
plantines fueron escasos y la tala de árboles centenarios
abundantes).
- No
cita cuantos espacios verdes existían en plazas, parques,
paseos, etc. al inicio de la gestión macrista y cuanto espacio
verde fue reemplazado por el cemento, contrariando políticas
de urbanización y medio ambiente, además de arruinar
la paisajística de la ciudad.
Tampoco
el ciudadano conoce a ciencia cierta cuanto se gasta en la contratación
de empresas que podan la arboleda porteña, podan es un eufemismo,
pues en verdad muchas veces los centenarios ejemplares son prácticamente
talados y lo más lamentable que dichas tareas se realizan
hasta incluso en plena primavera.
Uno
más de los desvaríos de la administración del
GCBA y mejor no vayamos a analizar los presupuestos, las licitaciones
y los adjudicatarios de las obras, porque tendríamos elementos
para escribir varios volúmenes referidos a “Como dilapidar
los recursos estatales priorizando lo superfluo y postergando las
tan necesarias obras de infraestructura urbana”, como por
ejemplo, aquellas pendientes que siguen provocando grandes inundaciones
en los barrios porteños.
Al
leer el contenido de este aviso publicitario del GCBA, nos acordamos
inmediatamente de Ignacio Ramondet, quien entre otras cosas nos
repetía en su última conferencia brindada en Buenos
Aires: “que los grupos dominantes, utilizan la información
para desinformar”.
Habiendo
analizado a vuelo de pájaro lo que trasmite y/o debería
contener este simple cartel publicitario, podríamos afirmar
sin temor a equivocarnos que el discurso narrativo poco y nada tiene
que envidiarle al de los grupos concentrados de la información…
¿Será
una casualidad más?.
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